La Violencia Vicaria es conocida como la expresión más cruel de la violencia de género.

Ante la separación de los hijos por parte del padre cuyo fin es afectar a la madre, hay mujeres que se organizaron en el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria.

Gracias a su empuje en tres estados ya se castiga ese delito.

Las historias que se narran acerca del tema son muy coincidentes: mujeres sin ver a sus hijos por muchos meses o años, ya sea que estén en otro estado o en otro país, sacados por el padre con la intención de hacer daño a la madre.

Aunque a decir verdad, a quien se le hace daño es a los hijos, a quienes se les priva de un hogar estable, del vínculo con la madre, y daños emocionales al alienarlos al hablarles mal de la madre.

Si bien, ya lo consiguieron con tres estados, el trabajo está incompleto, pues falta que en el resto de la república esta violencia sea reconocida y castigada, mediante esa penalización poder recuperar a sus hijos.

El ciclo es terrible e inicia con que el marido abandona a la mujer llevándose a sus hijos; después las abandona el Estado, y para cerrar el ciclo, las abandonan las mismas mujeres, que según se dedican a proporcionar ayuda a otras mujeres. La simulación, sin más.

Fue la psicóloga Sonia Vaccaro quien definió la violencia vicaria “como la expresión más cruel de la violencia de género, donde el agresor es la expareja, daña a la mujer a través de la sustracción del hogar de los niños.”

Lo que pasa con esas mujeres a partir de ese instante es una penuria, pues al no ser reconocida como una violación de la ley, prácticamente se vuelve imposible poder recuperar a los hijos, y pueden estar presentes agresiones, amenazas, y violencia física.

En la mayoría de los casos, este tipo de violencia pasa desapercibida y la madre termina sola, sin los hijos, y sin la posibilidad de poder recuperarlos.

Sobre todo si aquel tiene poder político y poder económico para poder influir en la determinación de jueces y psicólogos peritos, a quienes se les hace fácil falsear dictámenes frente a una mujer angustiada e indefensa.

El riesgo es que, sobre todo lo anterior, pueda quedar presa por algún delito inventado, porque también a los jueces se les olvida juzgar con perspectiva de género.

Esto hunde sus raíces en el machismo, con la intención de dañar lo más posible a la mujer separando a sus hijos de ella, como una manera de desquitarse, ante una posible separación anunciada.

El ego del hombre resulta tan lastimado que sin importar los posibles daños a los menores, los sustrae y los aleja de la madre, como vía para lastimarla a ella.

Finalmente el padre se vuelve un agresor contra sus hijos al separarlos de su madre en contra de su voluntad y en inventarles una falsa narrativa en contra de ella, para convencerlos de que no es conveniente regresar a sus brazos y su cuidado.

Actualmente, los estados donde la violencia vicaria ya se castiga son Zacatecas, Estado de México e Hidalgo.

Y en este mes la LXV legislatura federal realizó el Parlamento Abierto, una sesión de análisis para la dictaminación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en materia de violencia vicaria, donde la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, diputada Julieta Kristal Vences Valencia resaltó que se han presentado cuatro iniciativas de cambios a esta norma y se suma la que busca reformar el Código Penal Federal.

En Guerrero, la diputada Jessica Ivette Alejo Rayo presentó una iniciativa para incluir en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado la “violencia vicaria”.

Esta será entendida como “la acción u omisión intencional que ocasiona daño físico o psicológico en contra de las hijas o hijos, o a cualquier otra persona con la que se tenga un lazo familiar o afectivo, cometido por quien mantenga o haya mantenido una relación de pareja, parentesco por consanguinidad, afinidad, derivada de una relación de concubinato, noviazgo, matrimonio, con o sin convivencia.”

Jessica señala que la violencia “se ha redirigido en contra de familiares y amigos, y lo más grave es cuando se realiza en contra de los hijos, lo cual es más doloroso y constituye también un crimen contra la niñez.”

Agregó que la “violencia vicaria” ya está tipificada en los estados de Zacatecas, Hidalgo y Estado de México, y que es necesario que en Guerrero se legisle al respecto, ya que de no hacerlo, las mujeres y sus seres queridos quedarán vulnerables y sin la protección en las leyes.

Urge pues que las diputadas y diputados retomen esta iniciativa y la conviertan en ley para que Guerrero sea el cuarto estado en tipificar esta violencia como delito.