Enfoque Informativo
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Hoy en día se puede considerar al cine como una parte importante de nuestra cultura y nuestro devenir, por lo que su influencia es enorme
Dentro del inmenso mercado cinematográfico actual, hay películas que tocan el alma; sin embargo, no todas ellas pueden considerarse como inspiradoras en el buen sentido de la palabra. Algunas inspiran libertad y pasión, pero otras apelan a los más bajos instintos humanos.
Es decir, que en el panorama del celuloide encontramos filmes que tocan el alma por su bello mensaje, pero también hay obras que llegan a lo más profundo del ser humano a través de la maldad o la moral retorcida. Sea como fuere, dejan una profunda marca en nosotros.
Películas que tocan el alma para bien o para mal
Aunque no lo parezca, hay varias películas que tocan el alma y que son capaces de replantear el pensamiento de una persona. Ya sean sus valores, argumentos o situaciones, es evidente que la carga psicológica es una base importante de cada film, pudiendo caer como una losa sobre el cerebro del espectador.
“La gran apuesta”, de Adam McKay
¿Están los valores y la moral de la sociedad occidental perdidos de forma irremisible? ¿Es cierto que el interés de un poderoso está siempre por encima del de una gran mayoría? Estas son algunas de las cuestiones que plantea “La gran apuesta”, de Adam McKay.
Este film versa sobre una serie de individuos que previeron el crack bursátil y económico de 2008, pero no fueron escuchados por un mercado cegado por el dinero, el poder y la supuesta vida fácil que ello conllevaba.
No obstante, la película deja en el espectador un enorme poso de amargura al hacer frente a unos héroes que observan cómo la civilización occidental llega al ocaso de sus valores y en lugar de replantearse sus prioridades, está dispuesta a caer una y otra vez en los mismos errores… ¿sin capacidad alguna de reflexión?
“Cadena Perpetua”, de Frank Darabont
¿Es lícita la libertad humana más allá de la legalidad? ¿Realmente se puede ser libre en un ambiente de confinamiento? ¿Puede la amistad y el cariño redimir a las personas? Preguntas que nos llegan al alma cuando vemos “Cadena Perpetua”, de Frank Darabont.
Al duro penal de Shawshank llega un vicepresidente de un banco, acusado de un doble asesinato que no ha cometido. Sin embargo, un chico apocado y tímido encuentra en la cárcel valores que antes se le habían negado, como la amistad y la conexión con su alma gemela.
Las ansias de libertad, la culpabilidad, la inocencia, la corrupción del alma humana e incluso las creencias religiosas son puestas a prueba en este duro drama, que supone un alegato por la justicia más allá de las propias leyes. Un alegato que sale de la gran pantalla y toca el mundo real.
“Irreversibe”, de Gaspar Noé
¿Está justificada la venganza frente a un acto de violación? ¿Es lícito dejarse llevar por la rabia? ¿Tomarse la justicia por su mano frente a la maldad humana es un acto justificable? Estas y otras preguntas nos las plantea Gaspar Noé en “Irreversible”.
La película narra la historia de dos amigos que deciden buscar al violador de la novia de uno de ellos para darle una paliza. La rabia incontenida y las ansias de venganza mueven los actos de ambos jóvenes incapaces de cejar en su búsqueda de justicia.
Dejarse llevar por la rabia y la ira es una fuente de errores descomunal. Esa es una importante lección que deja un poso de amargura en el alma cuando ves “Irreversible”. Máxime al pensar en cuántas veces hemos actuado presa de un enfado.
“La gran apuesta”, “Cadena Perpetua” e “Irreversible” son tres películas que tocan el alma debido a su mensaje y contenido. Pese a que no todas son positivas, sí que logran que el espectador se replantee sus prioridades y piense en el mundo que le rodea, en su propia existencia y en la futilidad o beneficio de sus mismos procesos psicológicos y seguridades vitales.