Enfoque Informativo

  • El modelo de negocio de esta empresa dejó al descubierto que sus bajos precios son gracias a la explotación laboral y a su impacto negativo al medioambiente

No se puede negar que Shein es la marca del momento (tanto en el aspecto negativo como positivo) las personas pueden estar buscando las mejores rebajas o cómo se consolidó a base plagio y muchas inconsistencias más.

Ahora es sabido que las ganancias millonarias de esta empresa china son gracias a sus fundadores, personajes -según dicen- atípicos dentro de la industria de la moda.

Shein forma parte de la omnipresencia del fast fashion, un mal que hace que la ropa ya no sea funcional y se deseche de forma más rápida para seguir consumiendo.

Le siguen marcas como Bershka, Bestseller, Boohoo, C&A, Charlotte Russe, Cotton On, Espirit, Fashion Nova, Five Foxes, Forever 21, Gap, Uniqlo, Victoria’s Secret y Zara.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la producción textil es responsable del 20 % de las aguas residuales globales y del 10 % de las emisiones globales de carbono.

Impacto en más de 220 países

Desde su fundación en 2008 por Chris Xu en Guangzhou, China; esta marca ha estado permeada de controversias y fuertes implicaciones de explotación laboral, como las supuestas etiquetas en su ropa donde los trabajadores pedían ayuda.

Aunque lo anterior fue desmentido por la misma empresa (lo cual era de esperarse) pone en tela de juicio las jornadas de trabajo de 75 horas semanales e infringir con las normas medioambientales en su ropa.

“El incesante crecimiento de Shein deja poco espacio a la competencia”, señala un informe de Bank of America.

Sobre la valuación de Shein, solo hay estimaciones que datan de octubre pasado entre 65 mil y 85 mil millones de dólares.

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