Enfoque Informativo
Una nueva investigación señala los signos de cambio de comportamiento
Hay una serie de comportamientos que los animales adquieren cuando tienen una dolencia y que son síntoma de que están sufriendo. Un grupo de veterinarios internacional ha querido buscar un consenso veterinario respecto a las señales de comportamiento que indican dolor en gatos, y han publicado sus conclusiones en la prestigiosa revista Plos One.
Las señales han sido clasificadas entre signos “suficientes” (su presencia indica que el gato sufre, pero no necesariamente presente en todas las situaciones de dolor) y signos “necesarios” (necesarios si hay presencia de dolor, pero no siempre indicativos de dolor).
Así, el equipo liderado por la doctora Isabella Merola y el profesor Daniel Mills de la Universidad de Lincoln han identificado 25 señales universales indicativas de algún tipo de dolor en mininos que “pueden ayudar tanto a los veterinarios como a los dueños a evaluar inicialmente el estado de dolor de los gatos a su cuidado”, según destacaron en las conclusiones de la investigación.
- Cojera
- Dificultad para saltar
- Camina con anormalidad
- Va cabizbajo o encorvado
- Está reacio a moverse,
- Reacciona a la palpación en alguna zona del cuerpo
- Se retira o esconde más de lo normal
- Ya no se asea o se lame efusivamente y con obsesión solo una parte de su cuerpo
- No tiene apetito o ha cambiado mucho su manera de alimentarse
- No tiene motivación para el juego, si su actividad en general disminuye mucho
- Evita ir a frotarse contra la gente
- Su comportamiento cambia y está irritable
- Su peso cambia drásticamente
- Gruñe o se queja con más frecuencia de la que estamos acostumbrados a oírle
Estos son algunos de los signos que indican que deberíamos llevar a nuestro gato al veterinario, ya que son indicativos de que le puede estar sucediendo algo. Pero no son los únicos.
Si observamos que el gato tiene espasmos incontrolables del párpado (blefaroespasmo) o que reacciona a la luz muy brillante, podría ser indicativo, concluye el estudio, de una enfermedad ocular. Esos serían los signos de alarma que requerirían el análisis de un profesional veterinario.
Otras señales de comportamiento felino como estar más tiempo de pie, buscar más contacto con el humano, tener más apetito, dormir más o menos, ir con la lengua fuera o la boca medio abierta o rechinar los dientes, por poner unos ejemplos. No es necesariamente indicativo de una dolencia en el gato, según los investigadores de este estudio.