Enfoque Informativo
Insisten en que se revele la verdad histórica: Vidulfo Rosales
Ayer, ante las demandas de los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, quienes exigen que el Ejército entregue toda la información que posee en torno a este caso, así lo reiteró tras el encuentro con el presidente López Obrador, el vocero de este movimiento, Vidulfo Rosales.
“Acordó el presidente, ante un escrito que entregamos, además de solicitar verbalmente esta información faltante, por medio de un escrito se le pidió de manera concreta ya los folios y lugares donde esa información está, ante lo cual él dijo que el día lunes 25 a las 5 de la tarde vamos a tener una reunión”, indicó.
A su salida de esta reunión, los familiares insisten en que el expediente entregado por el Ejército sobre este caso, está incompleto, como añade el señor Mario César González, padre del normalista César Manuel González.
“¿Cómo vamos a estar contentos con algo que está cerrado en decir que no hay ya esa información y nosotros tenemos documentos en donde faltan, de los folios?”.
Tras esta reunión se acordó que este próximo lunes a las 5 de la tarde se habrá de reunir
Nuevamente en Palacio Nacional para que se les entregue la información que se solicitó, a esta próxima junta están convocados tanto la Secretaría de Gobernación, Luisa María Alcalde; la de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez; así como el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas.
Jóvenes normalistas iniciaron sus movilizaciones para conmemorar el noveno aniversario, el 26 de septiembre, de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, y denunciar que persiste la impunidad en México.
Estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa realizaron un mitin en Chilpancingo, capital de Guerrero, acompañados por la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) y la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación del Estado (CETEG).
Los jóvenes llegaron en cuatro autobuses al llamado Anti Monumento a los 43, donde detuvieron el tráfico mientras desarrollaban su protesta.
También atacaron las instalaciones de la Sedena en Chilpancingo e Iguala, en donde lanzaron petardos y bombas molotov, mientras que los soldados repelieron la agresión con gases lacrimógenos.
Uno de los estudiantes denunció al micrófono que momentos antes, al trasladarse de la ciudad de Tixtla, donde se ubica la escuela de los desaparecidos, policías de Guerrero los hostigaron, reprimieron y golpearon, en un acto que calificó de provocación.
De acuerdo con testigos, la confrontación fue cerca de la caseta de cobro del libramiento a Tixtla, donde los efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública intentaron recuperar cuatro tráileres de distintas empresas que los normalistas habían retenido minutos antes.
En su mitin, los participantes acusaron al presidente, Andrés Manuel López Obrador, de incumplir con la justicia en el caso Ayotzinapa como lo ofreció en campaña, y lo culparon de la decisión del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de retirarse por su encubrimiento al Ejército.
También anunciaron un calendario de movilizaciones en las que exigirán saber el paradero de los jóvenes, quienes desaparecieron el 26 de septiembre y madrugada del 27 en Iguala.
La Acción Global por Ayotzinapa y México será el 26 de septiembre con una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México.
Según la polémica versión del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), la llamada «verdad histórica», policías corruptos detuvieron a los estudiantes y los entregaron al cártel Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en el basurero de Cocula.
La Administración de López Obrador ha desmentido esa «verdad», al concluir que fue un «crimen de Estado» en el que participaron autoridades de todos los niveles.
Fiscales estadounidenses planean utilizar como evidencia judicial conversaciones que interceptaron a sicarios de Guerreros Unidos durante y después de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, como parte del proceso contra Adán Zenén Casarrubias Salgado, El Tomatito, uno de los líderes históricos de esa agrupación criminal.
Documentos judiciales consultados por MILENIO detallan que el Departamento de Justicia quiere utilizar los chats, obtenidos de Blackberrys intervenidas, como evidencia del tráfico de drogas que Guerreros Unidos realizaba de Iguala, Guerrero, a la ciudad de Chicago. Se trata de comunicaciones que sólo se conocen parcialmente y que podrían revelar nueva información clave para el Caso Ayotzinapa.
En las conversaciones que se han hecho públicas y a las que MILENIO ha tenido acceso, se detalla cómo varios miembros del cártel estaban al tanto de lo que sucedía en Iguala.
El carrete les pagó traen gente de Morelos”, se lee en conversaciones que involucran a dichos operadores del Cártel, donde se presume que los paquetes serían los estudiantes. López Astudillo es, actualmente, colaborador activo de las autoridades mexicanas dentro del caso, y se encuentra en libertad.
Ante la posibilidad de la difusión de decenas de diálogos entre dirigentes de GU, la defensa de El Tomatito exigió al juez Matthew F. Kennelly, quien llevará a cabo el juicio,que prohíba cualquier referencia a la desaparición de los estudiantes, o que los testigos hablen al respecto.
“Ambas partes deben ser advertidas de informar a sus testigos que no se mencione o se haga alusión a la desaparición de los estudiantes, y ambas partes deben ser advertidas de evitar preguntar a los testigos en cualquier forma que pudiera referirse a dicho testimonio”, solicitó la defensa de Adán Casarrubias.
Hasta el momento esa decisión sigue bajo análisis del juez Kennelly, quien tiene en sus manos la posibilidad de que el juicio sirva para esclarecer más elementos sobre lo ocurrido en 2014 con los estudiantes desaparecidos.