Normalmente, un líder es una persona que dirige a un grupo de individuos o a un equipo cuyo número de integrantes varía. Y liderar es un arte o un proceso para lograr que las personas se esfuercen y participen voluntariamente en un plan o estrategia para lograr algo determinado.
La historia universal nos habla de muchos líderes que han gobernado a sus pueblos y otros que no. Al final de cuentas, un líder no siempre se pone una corona o una banda presidencial para gobernar, ya que hay quienes gobiernan tras bambalinas.
Hace cuatro días circuló una imagen de un encuentro entre dos importantes personajes del escenario político estatal y que generó polémica en las redes sociales y en los cafetines: el tres veces candidato a la gubernatura y actual senador de la República, Félix Salgado Macedonio, y el ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Javier Saldaña Almazán.
Ambos personajes se reunieron dos días antes de la presentación del libro “Las grandes reformas para el cambio de régimen: tres años de trabajo legislativo”, cuyo autor es Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucupo) del Senado de la República, quien estuvo en la Facultad de Derecho de la UAGro para comentar su importante obra ante catedráticos, estudiantes y público en general; y a cuatro días de la “Marcha Estatal “Que siga la democracia”, que convocó el Frente Estatal Democrático Universitario por la 4T (FEDU4T) y que promueve al presidente Andrés Manuel López Obrador, para que éste no le sea revocado el mandato el próximo 10 de abril.
Tanto Salgado Macedonio como Saldaña Almazán son dos animales políticos, aristotélicamente hablando. Cada uno de ellos tienen influencia en los sectores en que se desenvuelven.
En política, no hay enemigos. Hay intereses y discrepancias. Y las discrepancias no son para siempre.
El diálogo y los acuerdos siempre se privilegian antes de iniciar una guerra. Pero entre Félix y Javier no fue necesario iniciar una guerra. Son dos guerrerenses que le apuestan a la gobernabilidad, porque si le va bien a Guerrero, le irá bien a la UAGro.
Además, entre la gobernadora Evelyn Cecia Salgado Pineda y José Alfredo Romero Olea, rector de UAGro, hay una buena relación institucional. Y Félix Salgado, en su calidad de senador por el estado de Guerrero, también quiere que le vaya bien a la máxima casa de estudios, porque en los años 70s realizó sus estudios de licenciatura en la UAGro.
La imagen entre Félix y Javier, o Javier y Félix (el orden de los factores no altera el producto), desde luego que no fue bien vista por todos. Y es válido. En una democracia no hay unanimidades, porque la unanimidad en una democracia, es sospechosa.
Los que se espantaron o se sorprendieron, simple y sencillamente, o no entienden de política o se quedaron atrapados en el tren de la extinta URSS.
Este domingo, los universitarios que simpatizan con el presidente López Obrador mostraron músculo en Chilpancingo (7 mil, según los dirigentes del FEDU4T), más los suspegistas que encabezó su secretaria general, Adela Hernández Angelito, los transportistas y los que le aún le son fieles al senador Félix Salgado.
Los indignados son menos (morenistas recalcitrantes).
El mentado “Toro sin cerca” le demostró a su amigo el presidente que Guerrero sigue siendo obradorista y que votarán el próximo 10 de abril para que continúe como titular del Poder Ejecutivo federal, a pesar de que en 2018 fue electo para estar al frente del poder para un periodo de seis años.
Se entiende que AMLO y su partido (Morena) quieren seguir vigentes en los medios de comunicación y en el ánimo de sus seguidores, y por eso aprovechan los instrumentos (y los vacíos) legales para que se realicen consultas ciudadanas. “La política es así”, diría el ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero.
El ex rector Javier Saldaña no estuvo presente durante la marcha ni en el mitin en el zócalo de Chilpancingo, pero sus amigos ex colaboradores y leales seguidores lo representaron “requetebién” (Defina Gómez dixit). Y eso cuenta mucho.
Javier Saldaña es un ex rector de la UAGro sui géneris, alguien que conserva un fuerte liderazgo y que estuvo al borde de la muerte por el coronavirus; alguien que luchó para salir adelante y seguir apoyando a su querida Universidad.
Es cierto, los líderes son personas que pueden equivocarse, pero que buscan siempre hacer lo apropiado en cada situación por su capacidad, sus acciones y opiniones. Y el oriundo de Santa Bárbara (comunidad enclavada en la sierra de Chilpancingo), es uno de ése tipo de líderes.