Enfoque Informativo

La falta de sueño a largo plazo puede afectar nuestras vidas de forma seria.

Una gran cantidad de estudios científicos en los últimos años han demostrado que no dormir lo suficiente puede provocar una serie de enfermedades que además son potencialmente mortales.

Sin embargo, la población mundial pareciera hacer oídos sordos: dos tercios de los adultos en todas las naciones desarrolladas no alcanzan las ocho horas recomendadas. Aproximadamente, uno de cada 4 millones de personas nace con un gen que les permite prosperar con la mitad de esa cantidad de horas de sueño. Pero para la gran mayoría, dormir rutinariamente menos de seis o siete horas por noche destruye su sistema inmunológico y aumenta significativamente el riesgo de desarrollar numerosas formas de cáncer.

La interrupción del sueño también puede contribuir a las principales afecciones psiquiátricas, como son la depresión y la ansiedad. Incluso, la privación del descanso se ha relacionado con el suicidio.

Cáncer

Rutinariamente no dormir lo suficiente se ha relacionado con un mayor “desgaste” de nuestras células. Se cree que este tipo de acción en nuestros genes da lugar a tumores cancerosos. Un estudio de 2019 descubrió que las personas que trabajan en turnos de noche tienen un 30 % más de daño en su ADN, en comparación con las que trabajan en horario normal.

La falta de sueño también puede aumentar indirectamente el riesgo de cáncer al hacernos más hambrientos y gordos. El estudio encontró que las personas que dormían menos de seis horas por noche tenían un 43 por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer en su vida, en comparación con las que dormían siete horas o más.

Problemas del corazón

El vínculo entre un patrón de sueño poco saludable y un corazón “enfermo” se está volviendo innegable. A medida que nos acercamos a la mediana edad, y nuestro cuerpo y salud comienzan a deteriorarse, aumenta el impacto de la falta de sueño en el sistema cardiovascular. Los adultos de 45 años o más que duermen menos de seis horas por noche tienen un 200 % más de probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral durante su vida, en comparación con los que duermen de siete a ocho horas por noche.

No se necesita mucha privación del sueño para afectar su sistema cardiovascular. Una noche de reducción modesta del sueño, aunque solo sea una o dos horas, acelerará rápidamente el ritmo de contracción del corazón de una persona, hora tras hora.

Demencia

Un creciente número de evidencia científica muestra que no dormir lo suficiente en la mediana edad está relacionado con la demencia en la vejez. Se cree que cuando no dormimos lo suficiente, no le damos al cerebro el tiempo para drenar la beta amiloide y otras placas. Esto permite que las sustancias continúen acumulándose, día tras día, hasta que causen el trastorno que roba la memoria.

Obesidad

La corta duración del sueño puede conducir a la obesidad a través de un aumento del apetito mediante cambios hormonales provocados por la falta de sueño, ya que produce grelina, una hormona que, entre otros efectos, estimula al apetito. La privación del sueño también se asocia con la deficiencia de la hormona del crecimiento y los niveles elevados de cortisol, los cuales se han relacionado con la obesidad. La falta de sueño también puede ralentizar el metabolismo.

Inmunidad debilitada

No es una coincidencia lo que le pasa a muchas personas de no dormir lo suficiente durante algunas noches seguidas. De repente, algunos acusan un resfriado desagradable. Cuando caes enfermo, el sistema inmunitario estimula activamente el sistema del sueño, exigiendo más reposo en cama para ayudar a reforzar el “esfuerzo de la guerra”. Se ha demostrado que la privación del sueño suprime la producción de anticuerpos y células T, que son vitales para combatir las infecciones.

Diabetes

La investigación muestra que el sueño profundo deficiente o insuficiente tiene un efecto dramático en el metabolismo del cuerpo y la conversión de azúcar en energía, lo que aumenta el riesgo de diabetes. Solo tres noches de sueño interrumpido pueden tener el mismo efecto en la capacidad del cuerpo para controlar los niveles de azúcar, que aumentar más de dos kilos de peso y estar en un estado prediabético.

Bajo deseo sexual

No dormir lo suficiente por la noche puede matar el impulso sexual en los hombres. Un estudio realizado por la Universidad de Chicago, en 2011, encontró que aquellos que duermen menos de cinco horas por noche, durante períodos de más de una semana, tienen niveles significativamente más bajos de testosterona que aquellos que descansan toda la noche. Y dado que la testosterona afecta la libido y los niveles de energía de los hombres, es mucho menos probable que aquellos que no duermen tengan ganas de tener relaciones sexuales.

¿Cuánto se deber dormir según la edad?

  • – Preescolar (3-5 años): 10-13 horas
  • – Edad escolar (6-13 años): 9-11 horas
  • – Adolescente (14-17 años): 8-10 horas
  • – Adulto joven (18-25) 7-9 horas
  • – Adulto (26-64): 7-9 horas
  • – Adulto mayor (65 o más) 7-8 horas
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