Hablar del Colegio de Bachilleres del estado de Guerrero (Cobach-Guerrero) es hablar de una noble institución de nivel medio superior y del que han egresado miles de jóvenes guerrerenses.
El Cobach-Guerrero es un organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, domiciliado en la ciudad de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, y tiene a su cargo el despacho de los asuntos que le encomienda la Ley General de Educación, la Ley de Educación del Estado de Guerrero, el decreto 490, de fecha doce de septiembre del año de mil novecientos ochenta y tres, publicado en el Periódico Oficial del Estado de Guerrero, el día dieciséis de septiembre del mismo año, por el que se crea a la institución educativa.
Al igual que otras instituciones de nivel medio superior (Conalep, Cbtis y las preparatorias de la UAGro), el Colegio de Bachilleres enfrenta sus propios problemas, desde financieros hasta de carácter laboral.
Hace unos días, la Secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental informó que detectó la entrega irregular de 87 bases a trabajadores de dicha institución, mismas que no cumplen con la norma y que no cuentan con techo presupuestal, lo que deriva en un grave daño al erario aún por determinar.
Y eso no es todo. El titular de la Secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental, Eduardo Loría Casanova, consideró que el daño es considerado un “monto histórico” y que la entrega de las casi noventa bases, es sólo una de las 17 observaciones que arrojó la auditoría realizada al Cobach-Guerrero de los años 2017 al 2021.
El funcionario estatal indicó que de las 87 bases otorgadas, 17 eran personas de nuevo ingreso, 18 de confianza y 52 administrativos.
Ninguno de los trabajadores beneficiados con esas plazas cumplen con la antigüedad requerida. Además, no se siguieron los procedimientos normativos establecidos.
Loría Casanova también informó que de los más de mil millones de pesos de ISR (Impuesto Sobre la Renta) que se retuvo del 2017 al 2021 y no se reportó al SAT (Servicio de Administración Tributaria), son observaciones que son públicas en los portales de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y de la Secretaría de la Función Pública (SFP) del gobierno federal.
Días después de darse a conocer dichas irregularidades que se cometieron en la anterior administración, un grupo de trabajadores administrativos del Cobach agremiados a la sección 31 del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Organismos Públicos Descentralizados del Gobierno del Estado y de los Municipios (SUTSOPGEM), adherido al Suspeg, tomaron las oficinas centrales y bloquearon la avenida Juárez en la capital, para exigir la destitución del director general, Jesús Villanueva Vega, por violentar supuestamente el Contrato Colectivo de Trabajo.
Desde muy temprano del jueves 9 de junio, los manifestantes impidieron el paso a los automovilistas, provocando la molestia de miles de chilpancinguenses y de cientos de visitantes, quienes consideraron que es injusto el actuar de los trabajadores administrativos al violentar el derecho al libre tránsito.
Lo cierto es que el director general del Colegio de Bachilleres en la entidad ha demostrado su mejor disposición al diálogo con los dirigentes sindicales y con la propia base trabajadora.
La protesta de los agremiados de la sección 31 del SUTSOPGEM tiene un trasfondo político. Y se entiende: están en contra de la transparencia, rendición de cuentas y al trabajo en equipo.
El gran pecado de Jesús Villanueva es trabajar arduamente para que el Cobach-Guerrero siga consolidándose como una institución comprometida con la excelencia académica.
La principal misión del Colegio de Bachilleres es proporcionar a los jóvenes egresados de secundaria un bachillerato general de calidad, que les permita ingresar a la educación superior e incorporarse a la actividad productiva, mediante la potencialización de un perfil de egreso sustentado en competencias, exaltando los valores más altos de la educación, la ciencia y la cultura, para coadyuvar al desarrollo del estado.
Jesús Villanueva no es un servidor público improvisado. Tiene amplia experiencia en la administración pública y es experto en leyes, ya que ha sido consejero electoral y magistrado presidente del Tribunal Electoral del Estado de Guerrero (TEEG).
Asimismo, ha sido representante del distrito 17 de la región de Tierra Caliente y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local en la LXII Legislatura.
Insisto, al igual que en otras instituciones educativas, en el Cobach hay grupos de poder que les molesta el trabajo que ha venido realizando su titular.
También es necesario señalar que los 117 planteles del Colegio de Bachilleres en el estado trabajan con normalidad a pesar de la “toma” de las oficinas centrales.