Por: Juan José Romero
La violencia se han convertido en uno de ellos: Betancourt Villa
En los últimos 10 años, los motivos de la emigración cambiaron: Ahora la causa es la violencia que se ha agudizado “y ahora lejos de ser una tradición se convirtió en una necesidad por las condiciones económicas, la falta de oportunidades y muy lamentablemente por el tema de la violencia”, expuso José Betancourt Villa estudioso del fenómeno de la problemática migrante en México.
Recordó que el fenómeno migrante, después de que, por años, el éxodo de guerrerenses hacia los Estados Unidos de América (EU) fue “hasta por tradición familiar”, mencionó que en estos momentos en las ciudades ubicadas en la frontera con el vecino país del norte, hay una “población flotante” de más de 100 mil guerrerenses que van huyendo de la violencia en esta entidad y buscan asilo en los EU o que fueron deportados o repatriados.
Comentó que en los años 80, después del fenómeno “bracero” la emigración hacia los EU era incluso por tradición familiar y a destinos muy específicos como los estados de Illinois, California, Texas, Nuevo México y Arizona: “Se daba la emigración por tradición migratoria, es decir, el joven que terminaba la secundaria o la preparatoria y ya era una tradición que tenía que desplazarse hacia los Estados Unidos para alcanzar a su papá a su hermano, a su tío, es decir, ‘ya te toca mijo’, ¡ámonos”!
En esa época, agregó, la migración no representaba mayor riesgo para la vida e incluso todavía en ese tiempo era común decir: “se fue de bracero, porque se les quedó el mote”, refirió.
Sin embargo, las dinámicas fueron cambiando en los últimos 10 años, principalmente por el problema de la violencia que se ha agudizado en México y en Guerrero “y en nuestras comunidades, donde la emigración hacia los EU lejos de ser una tradición, se convirtió en una necesidad por las condiciones económicas, la falta de oportunidades de trabajo y muy lamentablemente, después, por el tema de la violencia, cuando los grupos de la violencia fueron tomando pueblos enteros y desplazando a sus pobladores”, señaló.
Es por eso, señaló que los habitantes de estas comunidades azotadas por la violencia, ante la falta de otras opciones tienen que emigrar hacia la frontera con EU, donde permanecen y solicitan asilo a las autoridades del vecino país del norte precisamente por estas causas.
Betancourt Villa, dijo que de acuerdo al COLEF (Colegio de la Frontera Norte) y a diversas organizaciones de apoyo al migrante que hay en toda la frontera norte, desde Tijuana hasta Matamoros, en las Casas de Migrantes, Albergues Religiosos, entre otros, hay al menos 100 mil guerrerenses en esas ciudades, de los cuales muchos de ellos son los que han sido devueltos por las autoridades americanas a través de una repatriación forzada y otros están a la espera de que su solicitud de asilo sea aprobada por los jueces norteamericanos.
Señaló que, en estos momentos, todos los municipios de Guerrero exportan guerrerenses hacia la frontera por motivos de la violencia: “prácticamente todos tienen un porcentaje arriba del 15 a 20 por ciento; las familias tienen al menos un familiar en los EU residiendo en los últimos cinco años, de acuerdo a la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Otro problema que se dio entre el 2005 y el 2020, indicó, el estudioso de este fenómeno migrante, es que de los EU fueron devueltos 124 mil guerrerenses, es decir, en los últimos cinco años Guerrero ha ocupado el primer lugar en materia de repatriados, que son quienes son atrapados por las autoridades fronterizas cuando intentan cruzar; y deportados, que son aquellos que son sacados de ese país por orden de un juez.
Sin embargo, menciono que las remesas, de acuerdo al COLEF, a partir del 2018 ya se reincorporaron nuevos municipios al “panorama de recepción de remesas” en el estado; en este caso se encuentran Xalpatláhuac, José Joaquín de Herrera, Atlamajalcingo del Monte, Pedro Ascencio de Alquisiras, Cuetzala del Progreso y Tlacoapa.
Explicó que la incorporación de estos municipios al “panorama de recepción de remesas” puede ser porque ya hay gente de esos lugares en los EU; otra causa puede ser que anteriormente no existían entidades financieras en esas municipalidades como Elektra o Coppel, por lo que tenían que desplazarse a otros lugares, como por ejemplo de Pedro Ascencio hacia Teloloapan o de Xalpatláhuac a Tlapa, a cobrar sus envíos.
Aseguró que esto también puede también tener su causa en la violencia, es decir, personas que huyeron de sus comunidades de origen para salvaguardar su vida y que ahora están en los EU.
Puntualizó además que “se tiene que comenzar a ver a la diáspora (comunidad) migrante como un aliado para el desarrollo; se puede hacer mucho con ellos y podemos convertirlo en un círculo virtuoso en vez de que sea un circuito vicioso a través del impulso de proyectos productivos a efecto de que ellos mantengan en Guerrero una velita prendida”, finalizó.