Por: Juan José Romero
El daño ambiental que dejó el huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez podría tardar hasta 10 años en recuperarse, reconoció el secretario del Medio Ambiente en el estado, Ángel Almazán Juárez.
El funcionario estatal ante esta situación, se reunión con diputados locales a quienes presentó un programa de producción de plantas para reforestar ambos lugares ya que, por los daños ocasionados, incluso, la temperatura en el puerto aumentó tras el paso del meteoro.
“Con el cambio del paisaje, con el cambio de color de la vegetación que se tenía por ejemplo en el parque El Veladero, en las áreas verdes de los diferentes parques de Acapulco como el parque bicentenario, el jardín Botánico que se encuentra adjunto, el parque Papagayo, la isla La Roqueta, la tonalidad que se muestra, ahora es totalmente diferente”, expuso.
No obstante algunas especies de selva baja caducifolia cada año cambien de hojas, como parte de su ciclo de vida, y al salir de la época de lluvias, prácticamente todo estaba verde, pero adelantó que en el próximo ciclo de lluvias algunas volverán a reverdecer, “pero muchas otras no”.
Mencionó que el daño ocasionado contempla árboles arrancados de raíz, otros “trozados sus ramas”, y ante ello es necesario dijo, el programa de producción de plantas y con ellas reforestar las áreas que fueron devastadas por Otis.
La idea dijo Almazán Juárez es que los diputados de la Comisión de Medio Ambiente consideren dentro del presupuesto del próximo año, y que en el vivero Vicente Guerrero ubicado en Chilpancingo se produzcan las plantas cuya capacidad de producción es de 2 millones.
“Vamos a platicar también con los diputados federales del estado de Guerrero, para lo mismo y tengo conocimiento que viene mañana, pasado la Secretaría de Semarnat, igual también se le van a hacer estos planteamientos con el objeto de tratar de revertir esta situación”, indicó.
Dijo que este tipo de huracanes, se seguirán presentando en el estado debido al cambio climático por lo que consideró se debe estar prevenidos para que los daños sean menores al momento de tocar tierra.
El funcionario estatal mencionó que el impacto de Otis fue prácticamente entre un 90 y 95 por ciento de la vegetación de Acapulco devastada por este fenómeno natural, “los árboles están pelones, no tienen hojas y muchos de ellos decía no tiene ramas, y otros más fueron arrancados de raíz”, expuso.
En titular de Semaren también señaló la necesidad de que las ramas que se en encuentran, “trozadas”, deben ser retiradas ya que de lo contrario podrían contaminar los árboles que aun quedaron en píe, y todo este saneamiento dijo se debe hacer a la brevedad posible.
Dijo además que existían árboles que tenían una edad entre 60 y hasta 100 años, sobre todo parotas, y ceibas que hoy en día ya no están, y que dependerá la recuperación de la vegetación de las precipitaciones que se tengan en la próxima temporada de lluvias, aunque en algunos lugares donde se pueda irrigar las plantas el proceso será menor.
“Para árboles cerriles definitivamente va a ser mucho más tiempo de lo que se requiere para reverdecer otra vez Acapulco en este sentido”, comentó el funcionario vía telefónica.
La intención es que se reforeste con especies que van desde parota, tepehuaje, roble blanco, amarillo, blanco y rojo, caobilla, tepemezquite, palmeras de diferentes especies entre otras que son de clima tropical.
Estiman que para Acapulco se destinen un millón 600 mil plantas y el resto que son poco más de 2 millones para satisfacer la demanda del resto de los municipios del estado, para el próximo año en una primera etapa y una segunda para el año 2025 hasta cubrir todas las áreas degradadas por el huracán.
El funcionario estatal alertó que un problema adicional al medio ambiente es la quema de basura que han comenzado a registrarse en el puerto, lo que ocasiona además el acumulamiento de bióxido de carbono, el humo y no haya circulación lo que a su ves provoca un mayor calentamiento de la atmósfera que a su vez genera un mayor calentamiento del agua de mar que contribuye a la elevación de la temperatura.