Alejandro Ortiz
Para pacificar el estado de Guerrero, el nuevo obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, planteó continuar con el diálogo entre la Iglesia y el crimen organizado.
En el salón de reuniones de la curia diocesana, el obispo recién llegado, se presentó en conferencia de prensa ante medios de comunicación, y adelantó que continuará con la labor que ha llevado a cabo Salvador Rangel Mendoza.
También llamó a la reconciliación con las autoridades del estado, “pedir disculpas si las hemos ofendido”, para trabajar en pro del estado de Guerrero.
Y es que, durante el Gobierno Estatal pasado que encabezó Héctor Astudillo Flores, se visibilizó un rompimiento por las declaraciones del obispo, Salvador Rangel Mendoza, así como su actuación en la vida pública de Guerrero, vinculada a los grupos del crimen organizado.
En el actual Gobierno Estatal, la relación entre la diócesis Chilpancingo-Chilapa, no ha aterrizado aún, pues continúan temas pendientes cómo la reinstalación de la Subsecretaría de Asuntos Religiosos, tema que la actual gobernadora y el obispo saliente plantearon en campaña.
El “Padre Chuy”, como pidió ser nombrado, señaló que estuvo junto con Salvador Rangel durante la Guerra en Tierra Santa, y si bien en el estado no hay una guerra, “hay armas”, por lo que abonará a la pacificación de la entidad.
Entre su agenda de trabajo, el nuevo obispo indicó que buscará un proyecto para llevar a cabo las iglesias autóctonas en los pueblos originarios de Guerrero.
Finalmente, reveló que hace oración diariamente para que se acabe la corrupción de toda índole en los gobiernos.