Por: Juan José Romero
Es necesario trabajar con la población masculina y no solo con las mujeres, para que cambien y se sumen
Pese a lo esfuerzos en materia de política pública para el combate a la violencia contra las mujeres, el fenómeno persiste reconoció la titular de la Secretaría de la Mujer, Violeta Pino Girón.
“En materia de la política de la violencia hemos hecho diferentes esfuerzos, diferentes instituciones, sin embargo, persiste esta presente, tenemos que cambiar, hacer un cambio cultural modificar los patrones de comportamiento de hombre hacia las mujeres” expuso.
La funcionaria estatal agregó que este cambio también debe incluir a algunas instituciones, para lo cual se requieren de estrategias “profundas”, sostenible en el tiempo con la participación de todos, y no solamente la participación e inversión gubernamental.
“Necesitamos que las personas en lo individual, por eso también ese gobierno y de manera particular la Secretaria de la Mujer, esta impulsando por primera vez un programa sobre masculinidades para transformar este modelo hegemónico que, pone a las mujeres en mayores desventajas, o que a veces no les permitan que emprendan las iniciativas que quieran realizar para mejorar sus vidas”, indicó.
Pino Girón, insistió que es necesario trabajar con la población masculina y no solo con las mujeres, para que cambien y se sumen y asuman la responsabilidad que les toca, apuntó.
Actualmente informó, trabajan en 45 municipios con el programa sobre masculinidades, para sensibilizar a la población masculina, incluidos jóvenes y adultos para que sean parte de la igualdad entre mujeres y hombres y pueda disfrutar de los derechos que tienen reconocidos en la ley, “y no les cueste trabajo y todos los conflictos que les cuesta a las mujeres para poder tener un negocio, para participar de la vida pública”.
Aseguró que para la erradicación de la violencia es necesaria la responsabilidad de la población masculina, y ahí es donde el gobierno del estado aseguro esta generado este proceso, poniendo por delante el concepto de que no se trata de una guerra de sexos, o que las mujeres quieran mandar, sino de las mujeres contribuyan a la construcción de una sociedad donde sean respetadas lo mismo que sus derechos.