Noé Mondragón Norato
En el Congreso local, la fracción del PRI unida a la del PRD, le apuestan a la parálisis legislativa. Y para enfrentarlos, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el morenista Alfredo Sánchez Esquivel impone funcionarios ante su evidente negativa para cederles prerrogativas financieras y políticas perdidas, a los diputados de ambas fracciones.
Es una olla de presión que muestra como “la negociación política” adquirió el rostro de la cerrazón inducida por parte de ambos bandos. Hay que ir al terreno de los hechos.
RADICALISMO Y CERRAZÓN. – Si se mira bien, la agenda legislativa está arrumbada. Los diputados locales de los distintos partidos políticos no trabajan en los asuntos prioritarios que impactan en la sociedad guerrerense. Literalmente, se la llevan “de a muertito”. De ahí se lee lo demás: 1.- En el forcejeo por designar al fiscal del estado, diputados priistas y perredistas estiraron la negociación. Presionaron hasta donde pudieron a fin de imponer a alguien que preservara intactos, sus intereses de poder. Al final de cuentas, tuvo que intervenir el presidente AMLO dando un literal “golpe de timón” en la figura de la teniente coronel Sandra Luz Valdovinos Salmerón, ante la propia impasibilidad y desconcierto de la gobernadora Evelyn Salgado. Fue designada en la fiscalía el pasado 28 de diciembre, el Día de los Inocentes. Y hasta el momento, no ha dado los resultados esperados. La violencia y la impunidad la están rebasando muy rápido. Su capacidad de reacción es demasiado lenta. 2.- El tema que está atorado en el Congreso local, es la designación del titular de la Auditoria Superior del Estado (ASE), una cartera que permanece acéfala desde el año pasado. La razón es simple: el PRI-PRD no dejan pasar al recomendado político del Morena. Y para salir del atolladero, Alfredo Sánchez Esquivel empujó un interino. Y luego, a una encargada de despacho en la figura de Natividad Pérez Guinto. Apenas tomó posesión, esta removió a tres auditores especiales y expidió nombramientos a dos directores generales. Una maniobra que no esperaban priistas y perredistas. Porque es obvio que los afecta. No quieren que se escarbe en ningún expediente financiero comprometedor —sobre todo, del ex gobernador Héctor Astudillo—, y por eso comenzó el forcejeo “legal” no sólo al interior del recinto legislativo, sino en los medios de comunicación, denunciando las “imposiciones e ilegalidades” de Alfredo Sánchez Esquivel. El más notable de los iracundos priistas por estos inéditos reacomodos, es el propio coordinador de fracción, Héctor Apreza Patrón. Y la diputada tricolor Alicia Zamora Villalba, siguió la misma tonada. Se victimizó mediáticamente, argumentando que la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos “violó su derecho a presentar un acuerdo ante el pleno para llamar a comparecer a la encargada de la ASE”. La polarización y la cerrazón, parecen mandar. 3.- Si con el gobierno priista de Héctor Astudillo, los diputados locales del Morena no marcaron ninguna diferencia —se entiende que la operación política del ex mandatario los maniataba— en la legislatura pasada; en la actual continúan dominando esas mismas inercias. La diferencia es que existe una gobernadora del Morena negada a operar. Y un presidente de la Jucopo que tiene la negociación política rota con priistas y perredistas. ¿Hará falta la indicación política presidencial para ceder en lo que piden bajo la mesa, priistas y perredistas? ¿Será necesario llevar al asunto hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación o al Congreso de la Unión? ¿O, las inercias y el golpeteo político y mediático serán una constante hasta el final de la actual legislatura? ¿Para eso los encumbraron los votantes en las curules, es decir, para cerrarse en caprichos políticos y de intereses y no para atender el visible rezago en muchas leyes locales obsoletas? Mientras, la agenda legislativa está paralizada.
HOJEADAS DE PÁGINAS…En el virtual inicio del semestre, el rector de la UAGro, Alfredo Romero Olea, aventó toda la caballería: comenzó a repartir a diestra y siniestra, en preparatorias y facultades, Tiempos Completos a muchos maestros que entraron como “invitados” y luego “adquirieron derechos” como interinos. Es claro que “plancha” el terreno para la renovación de las direcciones en mayo próximo, asegurando aliados por conveniencia y otorgándoles beneficios inmerecidos. Con esta infamante maniobra que atropella por enésima ocasión los derechos laborales de los docentes con mayor antigüedad, se confirmará que el Sindicato Académico (STAUAG) está a las órdenes del rector.