Enfoque Informativo

Dos conductas dentro de las empresas mexicanas ponen de cabeza a los equipos de Recursos Humanos: los acosos sexuales y el bullying entre compañeros. “A veces no nos percatamos en los sesgos que tenemos, son culturalmente aceptados”, advierte la presidenta de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria en Tijuana, Mayra Amezquita.

La especialista aclara que su preocupación parte de una situación que se repite transversalmente en la mayoría de las organizaciones. En el año que tiene al frente de la presidencia de la Asociación, las denuncias más comunes que ha registrado Amezquita están vinculadas a comentarios o insinuaciones de índole sexual entre trabajadores, con invitaciones que no son bien recibidas y comentarios hacia el cuerpo.

“Cada vez que platico con el personal de las empresas, todo el mundo identifica este tipo de situaciones”, cuenta. La experiencia de Amezquita la confirma una encuesta realizada en México en 2019, donde 44,4% de los consultados admitieron haber sido víctimas de acoso laboral de carácter sexual dentro de sus organizaciones.

Los datos del sondeo –divulgados por Statista– ratifican también que el acoso verbal y psicológico se presentan recurrentemente en las empresas mexicanas. Destaca, además, las denuncias que hacen los encuestados (6,6%) a ser víctimas de burlas y apodos por partes de sus compañeros.
Cultura mexicana

Los casos de bullying entre compañeros son más difícil de identificar, pues su práctica es socialmente más aceptada. “El mexicano tiende, por ejemplo, a ponerle apodos a las personas con quienes tiene confianza. Eso puede generar incomodidad y un ambiente hostil”, dice Amezquita.

Es importante crear conciencia social, a juicio de la especialista, para entender que no se puede continuar con estos modelos de conducta. “Tenemos que ver lo que está generando en otras personas. En ocasiones aceptamos ciertos comportamientos o lo vemos naturales”.

Parte del trabajo de la asociación que presidente Amezquita es brindar asesoría a las empresas, para que sus equipos de recursos humanos puedan identificar estas situaciones y crear mecanismos para solucionarlos. “Todos los comportamientos que no son aceptables. Tienen que estar reglamentados. Es importante que las empresas sean cero tolerantes”.

Entrar por la norma

Amezquita recuerda que desde 2019 está vigente la Norma 035, que regula todo lo vinculado con el ambiente de trabajo. “Necesitamos reorientar estas prácticas culturales. Se ha venido reforzando mucho, en una de las principales cosas en que venimos trabajando”.

Un informe de la firma PWC afirma que México figura entre los primeros lugares con el mayor número de personas con estrés laboral, lo que ocasiona que los trabajadores presenten problemas emocionales y de salud de forma recurrente. Destacan que la norma 035 busca “establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo”.

Los casos de acoso sexual y laboral se pueden enmarcar dentro de los preceptos de violencia o entorno organizacional desfavorable. La norma obliga a las empresas a adoptar medidas para prevenir los factores de riesgo, con la posibilidad de ser multados progresivamente hasta por 26 mil dólares si incumplen con estas disposiciones.

¿Qué deben hacer las víctimas?

Denunciar. Amezquita recomienda a los afectados acudir ante las instancias de recursos humanos de las organizaciones. “Si es un acoso sexual, se debe informas a las víctimas sobre sus derechos, explicarles que tienen derecho a hacer las denuncias ante las autoridades”.

Lo importante, dice la especialista, es que las empresas creen esos mecanismos de control y atención, así como fomentar jornadas de concientización para educar a su personal. Desde las empresas deben proteger a sus trabajadores, promoverlos a áreas donde no estén en contacto con quienes les causan el daño, promover investigaciones y posibles sanciones internas.

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