Por Alejandro Ortiz
El prelado católico lamentó la suspensión de actividades feriales en honor a San Miguel Arcángel, en Chichihualco
Ante el azote de violencia en Chichihualco, municipio de Leonardo Bravo, que ha ocasionado la suspensión de diversas actividades económicas y sociales, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, consideró que es necesario el diálogo con todos, incluidos los grupos armados.
Entrevistado afuera de la iglesia de San Francisco, por los festejos parroquiales en Chilpancingo, el prelado católico lamentó la situación que vive Chichihualco, luego de que incluso tuvieron que suspenderse los festejos en honor a San Miguel Arcángel.
“Hay vandalismo, hay ejecuciones, continúan, y es un desafío para todos: para las autoridades, para la sociedad misma, sigue habiendo y eso es penoso y triste y hay mucho dolor; hace falta mucho”.
“Nosotros sentimos el deber de conversar para podernos escuchar y tomar iniciativas y compromisos para que esto venga a menos y no a más. La iglesia sola no puede, el gobierno solo no puede, la sociedad sola no puede, necesitamos unirnos todos, todos, incluso esas personas (grupos delictivos) porque ellos son los que están quitando las vidas, hay que decirles que no quiten las vidas”.
En los últimos meses la violencia en el municipio serrano de Leonardo Bravo, ha sido blanco de enfrentamientos debido al avance de un grupo delictivo que opera en la región Tierra Caliente y que ha expandido sus dominios a al menos 30 municipios de Guerrero.
Actualmente en Chichihualco más de 5 mil estudiantes no tienen actividades escolares presenciales, actividades burocráticas, y actividades económicas y transporte público están parcialmente laborando.