Enfoque Informativo
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El uso de musgo y paxtle, también conocido como heno, es común en los nacimientos de hogares; sin embargo, este año una versión ha levantado polémica: lo ilegal que es su comercialización
El olor es a tierra, porque de ahí viene y eso es justamente lo que se desea que parezca.
Durante Navidad, el uso de musgo y paxtle, también conocido como heno, es común en los nacimientos de hogares, plazas públicas e iglesias; sin embargo, este año una versión ha levantado polémica entre vendedores y consumidores: lo ilegal que es su comercialización.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la comercialización de ambas especies viola la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección del Medio Ambiente, al no tener su extracción un adecuado programa de manejo.
“Desde hace tiempo la extracción, distribución y venta es ilegal. Tanto el musgo como el paxtle son especies protegidas por la NOM059, no obstante, no hay mecanismos formales para protegerlas”, dice al respecto desde el Parque Nacional La Malinche, Alondra Cuatlaxahue Portada, brigadista comunitaria de Resurrección, Puebla.
Aunque los nacimientos son populares desde la época de San Francisco de Asís para representar el nacimiento de Jesucristo, como relatan diversos historiadores, en México la costumbre es adicionar a las tradicionales figuras de María, José y el Niño Dios, elementos de la naturaleza. Lo que poco se ha puesto en la mesa sobre esta tradición es el costo del portal de Belén al medio ambiente.
“El paso del humano siempre va a deteriorar, cuando quitamos un pedazo de paxtle o musgo le quitamos a los ecosistemas la posibilidad de regular su humedad y minerales, porque esa es la función de estas especies”, especifica Alondra.
Hasta el pasto más pequeño importa
Tanto el musgo como el paxtle son importantes elementos dentro de los ecosistemas.
“Este tipo de especies crece alrededor de los árboles, pues los ayudan a su óptimo crecimiento, ya que mantienen humedad y en el caso del musgo, es un protector del suelo para que no haya especies depredadoras que dañen a los árboles”, explica Cuatlaxahue Portada.
Al mirarlas en la naturaleza ambas plantas tienen su propio lenguaje: el verde intenso del musgo avisa de la humedad de la zona y es prueba de vida vibrante en medio de grandes árboles, en tanto, el heno da a los encinos una apariencia barbada, que en altura anuncian los años que han resistido otorgando vida.
“Estas plantas crecen en bosque de pino, pero principalmente de encino, que son zonas muy húmedas (…) se ha intentado reproducirlas para su venta, sobre todo en estas fechas, pero no es muy común”, relata Alondra.
De acuerdo con la defensora ambiental, para la protección de estas especies es necesaria la educación ambiental que permita dejar de normalizar el despojo a los ecosistemas.
Una ganancia en pesos
Del lado de los que se ganan la vida está Itzel, vencedora de artículos de temporada en la capital poblana.
Entre sus artículos de venta hay pinos navideños que van de los 160 a los 600 pesos. También hay montoncitos de paxtle o heno por 5 pesos u pequeñas rejas de musgo por 85.
A escasos días de la Navidad, Itzel aún tiene mercancía, dice que su ganancia por montoncito de paxtle es mínima, también que este año las ventas han sido bajas, incluso más que los años del confinamiento por Covid-19.
“Yo creo que es porque ahora la gente tiene menos dinero”, dice en entrevista.
Sobre la Ley que prohíbe la venta de musgo y heno, Itzel al igual que sus compañeros del Mercado dicen conocerla.
Uno de ellos, quien prefiere no dar su nombre cuenta que ha habido casos en que la Guardia Nacional decomisa la mercancía al indicarles que es ilegal comerciarla, por eso se surten en cantidades bajas.