Como parte del bienestar subjetivo, el Inegi buscó medir también la fortaleza de ánimo y sentido de vida o eudemonía. Para medirlo se pregunta a la persona entrevistada qué tanto se identifica con ciertos enunciados y se le pide que califique, en una escala de 0 a 10 -donde 0 significa total desacuerdo y 10, total acuerdo-.
Los primeros nueve enunciados son de valencia positiva, es decir, mientras más considera la persona que aplican en su vida, se desprende una señal de mayor fortaleza de ánimo. El último enunciado es de valencia negativa, de modo que entre más de acuerdo esté la persona con que el enunciado aplica en su vida, se infiere menor eudemonía.
De los nueve enunciados de valencia positiva, los dos con los que más se identificó la población adulta fueron «Soy libre para decidir mi propia vida» y Soy una persona afortunada». El promedio fue 9.1 en cada uno. Los de nivel más bajo correspondieron a «Soy optimista con respecto a mi futuro» y «La mayoría de los días siento que he logrado algo». El promedio de ambos fue de 8.6.
Los resultados mostraron que en el último año, de julio de 2021 a julio de 2022, bajaron cinco de los nueve enunciados de valencia positiva y cuatro de ellos no cambiaron. Por su parte, en julio de 2022, el único enunciado de valencia negativa, «Cuando algo me hace sentir mal me cuesta volver a la normalidad», tuvo un promedio de identificación de 4.5, una décima menos respecto a julio de 2021
Balance anímico
Por otro lado, el Inegi también calculó un balance anímico general de la población para obtener un indicador de la situación emocional de la población.
Para construir dicho indicador, se pidió a la persona entrevistada determinar, en una escala de 0 a 10, qué tanto predominaron, a lo largo del día anterior, una serie de estados de ánimo, tanto positivos como negativos.
El balance anímico general se obtiene de restar los puntajes de estados de ánimo negativos a los positivos. De esta forma, los valores finales del balance pueden situarse en una escala que va desde -10 hasta 10.
En julio de 2022, el promedio del balance anímico general de la población adulta se ubicó en 6.1. El balance anímico general entre los hombres resultó a ser mayor que entre las mujeres, 6.5 y 5.8, respectivamente.
La evolución del promedio del balance anímico general no mostró cambio con respecto al balance reportado en julio de 2021.