Enfoque Informativo
-
Este procedimiento no es fácil de realizar, por lo que se tiene que cumplir una serie de requisitos para llevarse a cabo
Hay cosas tan extrañas que son casi imposibles de concebir, como el matrimonio post-mortem, un procedimiento en el que se inscribe una copia autenticada y ejecutoriada de Sentencia Judicial, este se realiza cuando uno de los contrayentes ya ha fallecido. Este procedimiento no es fácil de realizar, actualmente, solo en un país se puede efectuar. Francia es el único país del mundo que permite casarse con un muerto.
¿Es posible casarse con un muerto?
La respuesta es sí, Magali George, Karen Jumeaux, Christelle Demichel y Étienne Cardiles, son personas que poseen pasaporte francés, y además tienen en común el casarse con un muerto.
Aunque parezca insólito, la realidad es que en promedio 20 personas se casan con quien fue su pareja en vida. De entre los casos conocidos, se sabe de la unión de Étienne Cardiles, viudo del policía Xavier Jugelé, quien fue asesinado el 20 de abril en 2017 en los Campos Elíseos.
¿Cómo se puede concretar el matrimonio post-mortem?
Hay que tener en cuenta que esto no es tan fácil de realizar, se debe comprobar que en vida la persona fallecida fue pareja durante un largo tiempo de quien hace la petición.
Requisitos para realizar un matrimonio post-mortem
Solicitar ante el juez una certificación de residencia.
Dar como prueba la declaración de dos personas (testigos) honorables y cercanas del lugar donde se efectuó la unión de las personas, mismos que sustentarán el hecho ante el Notario Público del área de residencia.
- Llevar una copia de la cédula de los solicitantes (persona solicitante en vida y del fallecido), además de la de los testigos.
- Llenar la solicitud de matrimonio de hecho.
- Levar el certificado de defunción de la pareja.
Origen del matrimonio post-mortem
El matrimonio post-mortem relacionados con la guerra; luego de la muerte de los soldados defendiendo a su nación, se pretendía resarcir de alguna manera la condición legal de sus parejas y de su descendencia, pues de otro modo estos últimos eran considerados ilegítimos.