Enfoque Informativo
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En algunos rincones del planeta, la radiación es mayor que en otros
26 de abril de 1986. 1:23:40 horas, en Prípiat, actual Ucrania. El reactor 4 de la central nuclear Vladímir Illic Lenin explota. La tapa del reactor 4, de mil 200 toneladas, vuela por los aires, liberando grandes cantidades (500 veces más altas que las de la bomba de Hiroshima) de materiales radiactivos a la atmósfera. por aquel entonces este es el peor accidente nuclear de la historia.
El desastre de Chernóbil fue, es y seguirá siendo uno de los sucesos más importantes de los últimos tiempos, pues cambió por completo el mundo. Desde entonces, el miedo por ese gran desconocido, invisible y letal misterio que es la radiación se ha expandido por todo el mundo.
Absolutamente toda la materia del Universo emite radiación, es decir, energía que viaja en forma de ondas o partículas de alta velocidad. De hecho, dentro del espectro de radiaciones electromagnéticas, nosotros mismos emitimos radiación, pero en forma de infrarrojos. Pero las radiaciones de más alta frecuencia, las ionizantes, son otro tema. Las radiaciones ionizantes pueden ser peligrosas.
¿Qué es exactamente la radiación?
La radiación es energía que viaja en forma de ondas o partículas de alta velocidad. Y como hemos dicho, todos los cuerpos emiten alguna forma de radiación electromagnética. Pero es dependiendo de la temperatura y de la energía interna que las ondas que se emiten sean más o menos estrechas. Y esta es la clave de todo.
Un cuerpo con mucha energía emite unas ondas con una frecuencia muy alta, es decir, las crestas de cada una de estas olas están muy poco separadas entre ellas, por lo que la longitud de cada onda es menor. En cambio, cuerpos poco energéticos emiten ondas con una frecuencia baja, es decir, con crestas más separadas entre ellas y, por ende, una longitud de onda menor.
Y es en este contexto que surge la gran diferencia entre las dos formas principales de radiación:
- Radiación no ionizante: Baja energía, baja frecuencia y alta longitud de onda. Tenemos las ondas de radio, las microondas, los infrarrojos y la luz visible. No son capaces de arrancar los electrones de los átomos de la materia sobre la que inciden.
- Radiación ionizante: Alta energía, alta frecuencia y baja longitud de onda. Tenemos las ondas ultravioletas, los rayos gamma y los rayos X. Son capaces de arrancar los electrones de los átomos de la materia sobre la que inciden.
Cuando hablamos de radiactividad, realmente nos estamos refiriendo a esta radiación ionizante. Hay sustancias que la emiten de forma natural y que, por sus efectos ionizantes y por la capacidad de alterar químicamente nuestras moléculas (incluido el ADN), se consideran radiaciones peligrosas.
De hecho, la media ambiental de radiación en el mundo es de 0,1-0,2 microsieverts por hora. Pero, como todo en la vida, hay excepciones. Y hay lugares en la Tierra donde los niveles de radiación son mucho, pero muchísimo, mayores.
Lugares más radiactivos del mundo
Mayak, Rusia
El complejo industrial Mayak, una planta nuclear rusa utilizada para el reprocesamiento de combustible nuclear y la producción de plutonio, ubicada a unos 10 km al sureste de la ciudad de Ozersk, sufrió, en 1957, uno de los mayores desastres nucleares de la historia, el único en entrar en el nivel 6 (Fukushima y Chernóbil fueron de nivel 7).
Sellafield, Reino unido
Sellafield, cerca de un pequeño pueblo llamado Seascale, en las costas irlandesas, es una central nuclear que, aunque solía producir armas en el programa de armamento nuclear del Reino Unido durante la Guerra Fría, a día de hoy se usa para el reprocesamiento de combustible nuclear.
Instituto Goiano de Radioterapia, Brasil
Septiembre de 1987. Dos ladrones en busca de chatarra entran en el abandonado Instituto Goiano de Radioterapia, en Goiâna, Brasil. Uno de ellos, sin saber qué tenía entre manos, tomó una unidad de teleterapia en desuso que todavía contenía cesio-137 y que había sido abandonada en el inmueble.
La costa de Somalia
Muchos rumores hablan de cómo es posible que la ‘Ndrangheta, una organización criminal de Italia y una de las mafias más poderosas desde los años 90, puede haber estado usando las desprotegidas costas de Somalia para el vertimiento de residuos radiactivos. Se cree que más de 600 barriles de residuos nucleares han sido vertidos en sus aguas.
Mailuu-Suu, Kirguistán
A diferencia de lo que estamos viendo, este lugar no fue ni una planta nuclear ni una región de desechos de residuo. Mailuu-Suu, al sur de Kirguistán, es una ciudad minera con una población de unas 23.000 personas que sufre un gran decaimiento desde la caída de la Unión Soviética, pues durante la Guerra Fría, se extrajeron grandes cantidades de uranio de esta zona minera.
Siberian Chemical Combine, Rusia
El Siberian Chemical Combine es una central nuclear que se fundó en 1949 en la ciudad de Serversk, Rusia, y que fue una de las más grandes instalaciones para la producción de armamento nuclear durante el programa soviético. Con la caída de la Unión Soviética en 1991, la instalación detuvo la producción de plutonio y uranio (el reactor se apagó definitivamente en 2008) y a día de hoy es un lugar de almacenamiento de residuos radiactivos. De todos modos, sus niveles de radiación siguen siendo altos.
Hanford Site, Estados Unidos de América
The Hanford Site, en Washington, Estados Unidos, fue, durante la Guerra Fría, la principal central de producción de plutonio para armamento nuclear en todo el país. Se estima que más de 60.000 armas nucleares se produjeron aquí, incluida la bomba “Fat Man” que se lanzaría en Nagasaki en el año 1945.
Semipalatinsk, Kazajistán
La Unión Soviética, durante la Guerra Fría, construyó una instalación bautizada como “El Polígono”, situada en Semipalatinsk, en el actual Kazajistán y rebautizada como Semey tras la independencia de dicho país. Más de 450 pruebas de armas nucleares se realizaron en estas instalaciones entre 1949 y 1989, con unas consecuencias para la población que solo salieron a la luz tras la caída de la Unión Soviética.
Prípiat, ucrania
Llegamos a los dos reyes. Los lugares que, por desgracia, sufrieron las consecuencias de los únicos dos accidentes nucleares de nivel 7. Empezaremos por el desastre de Chernóbil. Como hemos dicho, el 26 de abril de 1986, por causas que siguen siendo controversiales, el reactor 4 de la planta nuclear de Chernóbil, a solo 3 km de la ciudad de Prípiat, donde vivían 49.000 personas, explotó.
Se estima que la liberación de materiales radiactivos 100 veces más grande que la de las bombas de Hiroshima y Nagasaki juntas hizo que más de 5 millones de personas solo en la Unión Soviética fueron expuestas a niveles peligrosos de radiación. Entre 30 y 50 personas murieron directamente al exponerse a las cercanías del reactor, pero se estiman en miles las muertes a largo plazo. Uno de los más aterradores sucesos de la historia de la humanidad que hacen que la planta y Prípiat, la ciudad más cercana, sean uno de los lugares más radiactivos que existen.
Fukushima, Japón
El lugar más radiactivo del mundo. 11 de marzo de 2011. Un terremoto de magnitud 9,1 provoca un tsunami en las costas de Japón, impactando en la central nuclear de Fukushima y causando, junto al de Chernóbil, el peor accidente nuclear de la historia. El tsunami fue el doble de intenso de lo que la planta podía soportar, por lo que las bombas, diseñadas para mantener los reactores fríos en caso de apagado, fallaron.
Esto causó la liberación de material radiactivo que se virtió al océano y que contaminaron toda la ciudad. Se cree que serán necesarias más de cuatro décadas para desmantelar por completo la planta nuclear. No hubo muertes asociadas al accidente y, poco a poco, la radiactividad está remitiendo. El accidente de Fukushima fue, sin duda, una muestra del poder de la naturaleza.