Enfoque Informativo
Los Rams conquistaron su segundo Super Bowl, ahora en el SoFi Stadium ante unos Cincinnati Bengals que se desinflaron en la segunda mitad
A la Cenicienta de la NFL le llegó la medianoche y se acabó el sueño. Los Cincinnati Bengals dejaron escapar el qué pudo ser su primer título y Los Angeles Rams son los campeones de la NFL pese a no dar el juego más espectacular, pero siempre amparados en sus dos mejores jugadores en cada lado del balón: Cooper Kupp y Aaron Donald.
Los Bengals quisieron ser irreverentes como en toda la Postemporada. A veces les salió como en el bombazo de Joe Burrow a Tee Higgins para empezar la segunda mitad, pero cuando el juego estuvo en el alambre pesó la más grande falencia de Cincinnati, su línea ofensiva, que hizo agua ante Donald, quien poéticamente terminó el Super Bowl con una captura sobre Burrow.
Y si Donald es el mejor en su posición de toda la NFL, en ofensiva los Rams tienen el receptor de élite, al ganador de la Triple Corona y votado Jugador Ofensivo del Año. El señor Cooper Kupp fue imparable con ocho recepciones, 92 yardas y dos anotaciones, una de ellas con menos de dos minutos para poner el 23-20 final.
Rams vs Bengals, lo mejor del Super Bowl
Visitantes nominales en su propio estadio, los Rams se fueron en ventaja 13-10 al descanso con pases de Matthew Stafford a Odell Beckham Jr -quien saldría lesionado de la rodilla- y a Kupp, aunque se complicaron por una primera intercepción que le permitió a los Bengals acercarse a tres puntos, previo touchdown en jugada “de tochito” con pase del corredor Joe Mixon a Tee Higgins.
Cincinnati recibió la patada del segundo medio y fue cuando mejor se vieron. Apelaron a las jugadas explosivas que en toda la temporada les funcionaron y fue un bombazo de 75 yardas de Burrow a Higgins en la primera acción ofensiva del tercer cuarto lo que les dio por fin la ventaja, que conservaron hasta la pausa de los dos minutos.
Acto siguiente de esa anotación, la defensiva de los Bengals interceptó por segunda ocasión a Stafford y de ahí obtuvieron tres puntos más, aunque supieron a muy poco por la gran posición en que estaban. ¿Qué falló? La línea ofensiva protegiendo el pase, como siempre, permitiendo la que fue la primera captura de Aaron Donald, como si fuera una premonición.
Después de eso, Matt Gay acertó un gol de campo para L.A. que les acercó a cuatro puntos y así nos fuimos al último cuarto, con los Rams obligados al touchdown y los Bengals pensando en comerse el reloj.
A la hora cero, los nervios de acero fueron de los Rams y la línea ofensiva de los Bengals se desmoronó. Contra los Titans permitieron nueve capturas e increíblemente sobrevivieron, pero ante los Rams de Donald y Von Miller eso fue pecado mortal aceptando siete derribos a Burrow.
La última serie ofensiva de L.A. fue la diferencia. Un par de llamadas de los oficiales por interferencias de pase los pusieron en la yarda 1 y recorrieron a la fórmula infalible. Pase hacia Cooper Kupp con touchdown quedando menos de dos minutos.
De eso los Bengals ya no se repusieron pese a mover el balón hasta medio campo, pero en cuarta y una yarda, apareció el “monstruo de mil cabezas” llamado Aaron Donald para devorar a Joe Burrow y devolverle el trofeo Vince Lombardi a los Rams, que ganaron en el año 2000 siendo de St. Louis, pero esta vez la fiesta es en Los Ángeles.