Enfoque Informativo

  • La «ley del hielo» es hablar de desastrosas consecuencias en la pareja; siempre hay formas para desterrarla

Todos lo hemos vivido alguna vez. Después de una pelea, la otra persona deja de hablarnos, no responde a nuestros intentos de interacción, ignorando por completo nuestra presencia: nos han aplicado la ley del hielo. La experiencia puede ser frustrante, desgastante y desmotivadora, produciendo daños irreparables en la relación.

La ley del hielo puede aplicarse en cualquier relación: familia, amigos, compañeros de trabajo o estudios, pero en las relaciones de pareja es aún más dañina, dado el lugar especial que la pareja tiene en nuestra vida. Si bien no es una tarea sencilla, hoy veremos algunas pautas que pueden servir cuando enfrentamos la ley del hielo en este ámbito.

Identificar los patrones

La ley del hielo es fácil de identificar: nuestra pareja deja de responder o lo hace con una frialdad impenetrable. El punto característico de esta conducta (y lo que la hace tan peligrosa) es que bloquea la comunicación y cualquier esfuerzo de restablecerla.

Casi todos hemos sido víctimas de la ley del hielo (e incluso puede que hayamos sido victimarios). La cuestión es que no en todos los casos la ley del hielo ocupa el mismo lugar en la relación, y ese elemento es clave.

1. Un marco anecdótico

En este caso, la ley del hielo no es un patrón de la relación, sino un marco anecdótico. En todas las relaciones de pareja hay desacuerdos y malentendidos. Puede que alguna discusión intensa haya hecho que el otro se aleje, para recuperarse o para protegerse. En estos casos, a la frustración que produce la ley del hielo hay que sumar la sorpresa, al no ser una conducta frecuente.

Cuando se da de esta forma, la ley del hielo es una respuesta a la intensidad emocional del momento, así que no necesariamente es una señal de alarma. Es importante reconocer que, al llegar a ese punto, la discusión se ha salido de control y que ese tiempo a largo plazo puede ser positivo. Una vez que ha vuelto la calma, es esencial hablar sobre lo sucedido.

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