Enfoque Informativo

  • Esta cultura dejó una serie de predicciones que, aunque no lo creas, se han ido cumpliendo poco a poco

La astrología existe desde que existe la humanidad. Los mayas, desde los inicios de su civilización, en el año 3113 a. C., se dedicaron a estudiar al Sol y las estrellas, realizando cálculos muy avanzados y exactos, que hoy sólo se diferencian de los efectuados por la NASA en cuestiones mínimas de medidas. Además, dejaron un legado astrológico muy completo, donde resaltan siete profecías, las cuales, según información del portal Te Interesa, son las siguientes:

Desde 1992 habrá 20 años para dejar de ser materialistas

“Nuestro mundo de odio y materialismo terminará el viernes 21 de diciembre de 2012. Para ese día, la humanidad deberá elegir entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo. A partir de 1999 habrá 13 años para cambiar nuestra actitud e integrarnos como personas con todo lo que existe”.

Profetizaron que hasta 2012, las manchas del viento solar serían cada vez más intensas aparecerían en el sol y que desde 1992 hasta el 2012 la humanidad entraría en un último periodo de grandes aprendizajes y grandes cambios.

Sin embargo, todo tiene su por qué, los mayas dijeron en su primera profecía que estos cambios sucederían para comprender como funciona el universo y así avanzar hacia niveles superiores dejando atrás el materialismo y liberándonos del sufrimiento.

Un eclipse de sol predijo redes sociales, conflictos y desastres

Los mayas predijeron que el comienzo de esta era se daría a partir de un eclipse de sol, en 1999. Este fue el último del Siglo XX y del segundo milenio y fue total.

La sombra que proyecta la luna sobre la tierra atravesó Europa pasando por Kosovo, luego por Medio Oriente, por Irán e Irak y posteriormente se dirigió a Pakistán e India. Parecía que la sombra quería predecir un área de guerras y conflictos.

También predijeron que el fin de los tiempos sería una época de conflictos y grandes aprendizajes, de guerras, separación y locuras colectivas que generaría a su vez, procesos de destrucción y evolución. Esta profecía indica que la energía que se recibe desde el centro de la galaxia aumentará y así, acelerará la vibración en todo el universo para conducirlo a una mayor perfección, y que esto producirá cambios físicos en el sol, en la tierra y cambios psicológicos en el hombre alterando su comportamiento, su forma de pensar y sentir

Así, se transformarán las relaciones y los modos de comunicación, los sistemas económicos, sociales, de orden y justicia, cambiarán las creencias religiosas y los valores aceptados, el hombre se enfrentará a sus miedos y angustias para resolverlos, y de ese modo podrá sincronizarse con los del planeta, y el universo.

Esta profecía acaba diciendo lo siguiente: “sí la mayoría de los seres humanos cambia su comportamiento, y se sincroniza con el planeta, se neutralizarán los cambios drásticos que describen las siguientes profecías”.

Ola de calor aumentará la temperatura del planeta

Los mayas creían que en este tiempo, el cambio de conducta sería algo de una importancia indudable. Un cambio de conducta hacia el planeta y hacia nosotros mismos.

Los humanos tiramos nuestros residuos, arrojamos basura, vertimos petróleo en los océanos, contaminamos con gases tóxicos y destruimos bosques, lo que provoca una gran alteración negativa en el estado natural del planeta y ligándolo al desarrollo económico y social.

Por eso predijeron que “grandes sequías e incendios forestales en todo el planeta, y que la falta de agua produciría grandes inconvenientes en toda la vegetación, afectando a las cosechas y como consecuencia, a la economía. Por eso el comportamiento del hombre será crucial”.

Aumento de la temperatura y mayor actividad del sol provocará que el hielo de los polos empiece a derretirse

Los mayas se centran en los fenómenos meteorológicos que se producirían debido a la falta de agua. El efecto invernadero, que ha alterado la composición de la atmósfera, atrapa el calor y aumenta la temperatura y esto provoca que los casquetes polares se derritan y que los mares, como consiguiente, se desborden, provocando movimientos e inundaciones en las costas y modificando la morfología de los continentes del planeta.

Así, los mayas predijeron que “esta sería la forma que nuestro planeta se limpiaría y reverdecería por todas partes”.

El sistema colapsará si el hombre no deja de ser un depredador

Esta profecía tiene que ver más con los sistemas económicos y políticos mundiales. El hombre dará paso a una nueva forma de armonía: “El hombre está convencido que el universo existe solo para él, que la humanidad es la única expresión de vida inteligente y por eso actúa con un depredador de lo que existe. Habrá una necesidad de reorganizar la sociedad y continuar hacia la evolución”.

La avaricia y la codicia han podido con el ser humano. Los mayas también predijeron que el dinero dejaría de ser un medio de cambio, y así, llegó la tarjeta de crédito.

“Las comunicaciones serán imposibles, el tráfico enloquecerá, la economía se paralizará, la mayoría de la gente perderá la razón y comenzará el desorden civil que desbordará todas las expectativas y control de los gobiernos”.

Habrá que vigilar los cometas para que no destruyan al mundo

“Si el cometa aparece es posible que su trayectoria lo lleve a chocar con la Tierra o también que por medio de físicos o psíquicos logremos desviar su trayectoria”.

El cometa Halley fue uno de ellos, el primero en ser reconocido como periódico, y su órbita fue calculada por primera vez por Edmund Halley en 1907.

Los cometas siempre han estado cerca de la Tierra y la han llegado a tocar. Muchos de ellos podrían acabar con la civilización ya que es imposible saber cuándo volverán a pasar todos, por eso, los mayas nos advierten para tomar conciencia y actuar ahora y no cuando sea demasiado tarde.

El hombre cambiará su conciencia y será más solidario y puro

“La reintegración de las conciencias individuales de millones de seres humanos despertará una nueva conciencia en la que todos comprenderán que son parte de un mismo organismo”.

Además, “el hombre vivirá la primavera galáctica, el florecimiento de una nueva realidad basada en la reintegración con el planeta y todos los seres humanos en ese momento comprenderemos que somos parte integral de un único organismo gigantesco y nos conectaremos con la Tierra”.

COMPARTIR