Manuel Nava
En turismo el tema más sensible es la seguridad. Hechos violentos en hoteles y atracciones turísticas, como los ocurridos durante las últimas semanas, afectan a la actividad turística. Si bien no es algo que esté ocurriendo todos los días, tampoco se trata son hechos aislados.
las zonas turísticas son especialmente atractivas para el crimen organizado porque se trata de centros muy dinámicos, con flujos notables de divisas que ni siquiera obligan a lavar ese dinero.
la fragmentación de los grupos criminales tras el descabezamiento de algunos de sus líderes, como el Chapo Guzmán, produjo un recrudecimiento en la disputa de las plazas para el narcotráfico.
Esta inseguridad ha comenzado a resentir a un sector turístico que representa un 8,9 por ciento del PIB del país y genera nueve millones de empleos formales.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), correspondiente a marzo de 2021, se detalló que la inseguridad está afectando a los destinos turísticos nacionales.
Para realizar esta encuesta el INEGI cuestionó a población de 18 años y más que habitan en las 32 entidades federativas que conforman la República mexicana sobre su percepción de seguridad en cajeros automáticos, transporte público, bancos, calles, mercados, parques, carreteras, centros comerciales, trabajo, casa y escuela.
En el caso de los destinos turísticos de la Región Pacífico Sur, no están exentos de esta problemática pues además proliferan los grupos de civiles en armas que se erigen como autoridad policiaca o que afirman tener un proyecto político de transformación social.
A partir del levantamiento Zapatista el primero de enero de 1994, el estado de Chiapas ha vivido varias iteraciones de la mal llamada guerra de baja intensidad, o contra-insurgencia, que combina la violencia paramilitar anti-zapatista con la aparición de grupos delincuenciales.
Su máxima expresión es la combinación con fuerzas del narcotráfico tal y como se ha vivido en la zona norte del estado, en el que en municipios como Yajalón, Amatán, Aldama, y Chilón, entre otros, se tienen autoridades municipales y hostigamientos que por denuncias presentadas responden a dichos intereses.
En los últimos seis años, grupos del crimen organizado han invadido los territorios de Los Altos, en Chiapas. Las tierras habitadas por comunidades indígenas empezaron a ser víctimas de saqueos, extorsiones, amenazas y asesinatos.
A nivel internacional ha trascendido que Acapulco, que vive un repunte de la violencia del crimen organizado, particularmente por los hechos ocurridos durante octubre. En las últimas semanas murieron baleados en esa ciudad un turista, un periodista y un chofer de autobús, según autoridades.
Ante el peligro potencial a la integridad de sus ciudadanos, el gobierno de Canadá les recomendó no viajar a Guerrero, excepto Taxco de Alarcón y al binomio Ixtapa-Zihuatanejo.
En la alerta que actualizó el país del norte este mes octubre, en la que incluye también a otras 12 entidades del país, advierte sobre los peligros potenciales que pueden sufrir sus connacionales si viajan a este estado suriano.
En Michoacán, el incremento de la violencia que, desde 2008, llegó a la entidad por enfrentamientos entre grupos del crimen, fuerzas federales y autodefensas, bloqueo de carreteras, quema de vehículos, secuestros, extorsiones y asesinatos se ha ido extendiendo.
Aunque la mayoría de esos hechos se concentra en 20 municipios de la región de Tierra Caliente que colinda con Guerrero –donde la seguridad está a cargo de fuerzas federales–, la percepción de inseguridad se extiende por el resto de los 130 municipios de la entidad.
El turismo en Tzintzuntzan se precipitó durante los años de la violencia, y las estadísticas de visita a las Yácatas lo demuestran. De noviembre de 2008 a noviembre de 2011, el número de visitantes cayó de 4 mil 968 a 2 mil 703. Se recuperó en 2012 con 4 mil visitantes y volvió a caer en 2013 y 2014, cuando las cifras bajaron a 3 mil 183 y 3 mil 767.
Tzintzuntzan es cabecera municipal donde viven 3 mil 500 personas que dependen, en su mayoría, de la venta de su artesanía. Desde 2012 es uno de los ocho pueblos mágicos de Michoacán, por su riqueza cultural y natural, sus manifestaciones histórico-simbólicas, y sus suficientes servicios de salud y seguridad para los visitantes, como dictan las reglas de operación federales del Programa Pueblos Mágicos.
Por lo que hace a Oaxaca, ciudades del Istmo como Juchitán, Tehuantepec, Salina Cruz y Matías Romero, siguen encabezando la lista de las poblaciones de esta región más dañadas por actos delictivos como asaltos y ejecuciones.
Un análisis del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) colocó a Puerto Escondido y a Huatulco
entre los 10 destinos turísticos con más altos índices de homicidios dolosos y asaltos violentos.
La organización civil examinó los datos de incidencia delictiva de los 20 principales destinos turísticos del país, en donde los municipios de Santa María Huatulco y San Pedro Mixtepec registran incrementos en homicidios dolosos y extorsión, mientras que en robos y asaltos.
El flagelo del narcotráfico, actividad ilegal en manos de organizaciones criminales, constituye un factor de peso en la construcción del imaginario colectivo de la inseguridad. La violencia, contingente a la propia naturaleza de las prácticas criminales, representa una de las nuevas formas de manifestación de un terrorismo depredador con fines exclusivos de lucro, a expensas de poblaciones vulnerables e indefensas.
Los tiempos de los gobiernos son muy cortos y los de la delincuencia largos y azarosos, diría la abuela.