México se encuentra a la expectativa, contando el tiempo, como cada ciclo electoral, de cada sexenio; la sociedad permanece a la espera de “ese cambio” que prometen en campañas y que propagan en cada espacio publicitario físico, virtual y presencial.
Las mesas de trabajo serán las interminables propuestas para que la “ciudadanía” esté presente con el objetivo sobre la legitimidad a las venideras propuestas políticas de los cambios que viviremos en lo local y con el gobierno de la república, seguimos esperando esos cambios prometidos que no han sucedido; para el gobierno del estado aun es temprano evaluarlo la curva de aprendizaje, según la ciencia, está por concluir y por ello se presentaran los resultados de las visiones de la actual administración.
El tema de prioridad nacional, la Seguridad, o mejor escrito, la violencia naturalizada por el crimen organizado; que no da tregua al final de la estabilidad del país.
El mando único, había sido una opción para atender, disminuir y erradicar la violencia; sin embargo, como resarcir esa violencia, si los actores involucrados del sistema nacional de seguridad (refiriéndome a todas las corporaciones policiales) son violentados, desde sus derechos humanos, al no tener las óptimas condiciones de trabajo para cumplirle a la población; si los primeros respondientes de conductas antisociales y criminógenas, son precisamente los policías municipales que son los primeros invisibilizados con sus salarios, prestaciones de servicio social y la falta de voluntad política para tener estructuras e infraestructuras idóneas generando un sentido de pertenencia de cada policía de todos los órdenes locales y regionales, me refiero a entidades federativas en México.
La armonización es el camino a la profesionalización de las instituciones, “civiles” que están a cargo de la seguridad pública; pero, con la aplicación de la política de gobierno de la “Seguridad Nacional” las fuerzas armadas están limitadas por no tener orden jurídico vigente y mucho menos reglamentos e instrumentos normativos que rigan al interior a la Guardia Nacional, dejando a la operación en un desamparo para la mencionada armonización, no se pueden hacer coordinaciones de fuerzas por que unas siguen sin el marco civil (para el caso de la GN) y otras están desde sus líneas militares sin la capacitación sobre el ejercicio del debido proceso, una propuesta sería que cada grupo que conforme el ejercito o marina deberían integra a un civil para que los este capacitando permanentemente sobre el proceso que debe seguirse ante las autoridades de la aplicación de la justicia (ministerios públicos) de esa manera cuando se obtengan resultados de objetivos detenidos y desmanteladas las estructuras generadoras de violencias no existirán esas laguna jurídicas como dicen los abogados para interrumpir el proceso de estos mismos.