Javier Salinas
El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente.
Lord Acton (1834-1902) Escritor e historiador británico.
En estos días se está debatiendo la posibilidad de hacer una reforma electoral, normalmente las reformas electorales, son impulsadas por la oposición, con el objetivo de buscar ampliar espacios y libertades, para equilibrar la contienda democrática y restarle poder al poder que de entrada tiene el gobierno, al ser el ejecutor de los recursos públicos.
En esta ocasión, la propuesta de reforma, es impulsada por el partido en el poder, con algunas propuestas que han sido de entrada bien vistas por ciertos sectores de la sociedad y también algunas otras que han sido consideradas como totalmente inaceptables.
Se busca reducir el presupuesto al INE, sin embargo, para que el INE sea operativo, como hasta ahora y confiable, requiere contar con un presupuesto suficiente. Hay que considerar también que, en gran medida, el presupuesto del INE abarca el de los partidos políticos. Los partidos políticos requieren de presupuesto para su funcionamiento, antes de 1988, no contaban con ningún presupuesto, por lo tanto, la contienda era totalmente desigual y el partido en el gobierno tenía todas las ventajas. Incluso en ocasiones, el gobierno repartía recursos discrecionalmente, para provocar la ilusión de una contienda democrática. Era la época del PRI hegemónico, a lo largo de 71 años de dominio casi absoluto, que abarca desde que se formó el Partido Nacional Revolucionario (PNR) por don Plutarco Elías Calles, en 1929, hasta que se realizó la primera alternancia federal en el año 2000 con Vicente Fox, encabezando una alianza que encabezó el Partido Acción Nacional (PAN), se dieron múltiples reformas electorales, tal y como comentamos en el primer párrafo, la creación de los diputados de partido, y posteriormente el incremento en el número de diputados y senadores, para integrar la representación proporcional.
La representación proporcional es importante, porque de esta manera tienen voz aquellos que tal vez no podrían tener voz de otra manera, imaginemos una tercera fuerza política, que siempre esté alrededor del 25 % de la votación nacional, pero distribuida uniformemente en el territorio nacional, podría no tener jamás votación para obtener un distrito, ni tampoco para obtener un escaño, pero si contaría con una aprobación del electorado del 25 %, por lo que debe estar representada esta fuerza política en el congreso federal. La reducción de los integrantes del congreso, simplemente hace más fácil la manipulación de los mismos, mediante amenazas o cooptación.
Ahora bien, así como pienso que el presidente no tuvo toda la información sobre el panorama político que se hubiera conformado en 2021, con un eventual registro de México Libre, lo que le habría conferido mayoría constitucional en la cámara de diputados a MORENA, (al dividirse totalmente el voto del Partido Acción Nacional.
También parece que no se han percatado que de aprobarse la reforma en en sus términos, al menos en lo que al senado se refiere, sería totalmente contraproducente al actual régimen mayoritario.
Explico: En su iniciativa, el gobierno federal propone una nueva forma de integrar el Senado y la Cámara de Diputados. La propaganda gubernamental dice que se acabarán los plurinominales. Es al contrario, de hecho. De aprobarse la propuesta de López Obrador todos los diputados y senadores serían de representación proporcional, conocidos popularmente como “pluris”.
El proyecto presidencial elimina el actual sistema mixto de integración de ambas Cámaras y se queda sólo con el de representación proporcional (RP), según el cual cada estado de la República sería convertido para estos efectos en una circunscripción plurinominal. ¿Resultado de este cambio? Vamos a hacer el ejercicio para ver cómo habría quedado integrado el Senado de la República, aplicando a la votación de 2018 la fórmula propuesta en su iniciativa por el presidente López Obrador. Ejecutivo propone que el artículo 56 constitucional diga así:
“Artículo 56. El Senado de la República se integrará por noventa y seis personas elegidas –tres en cada entidad federativa– mediante sistema de listas. En su integración se observará lo dispuesto en el artículo 53 de esta Constitución” [que se refiere a la paridad de géneros]. La elección de senadores y senadoras en cada entidad federativa –sigue diciendo el precepto– se efectuará conforme a lo siguiente y a lo que disponga la ley:
“I. A los partidos políticos y listas de candidaturas independientes les serán asignados el número de senadurías que les corresponda, de acuerdo con su votación obtenida en la entidad federativa, observando lo dispuesto en la fracción II del artículo 54 de esta Constitución”. [Esa fracción II es donde se explica el concepto de cociente natural. Dice que es el resultado de “dividir la votación válida de la entidad federativa entre el número de diputaciones –aquí serían senadurías, tres por cada entidad– por asignar”, en el entendido de que todo partido que alcance “por lo menos el 3 por ciento de la votación” válida en la entidad tendrá derecho a que se le asignen tantas curules como cocientes naturales enteros contenga su votación].
“II. De existir remanentes, se repartirán atendiendo al método de cociente natural y resto mayor”.
Bien. En la última elección para senadores, la de 2018, se emitieron 53 millones 192 mil votos válidos, no el total sino válidos. De éstos el porcentaje obtenido por cada partido fue como sigue: PAN 18.74, PRI 16.94, PRD 5.61, PVEM 4.75, PT 4.07, MC 4.99, Morena 39.96, Nueva Alianza 2.46 y Encuentro Social 2.48 por ciento.
Aplicando la fórmula para el reparto de las senadurías propuesta por López Obrador en su iniciativa, la distribución de escaños habría quedado así: PAN 28 senadores, PRI 29, PRD 4, PVEM 1, MC 2 y Morena 32. Total: 96. El PT no habría alcanzado ni un solo senador. Morena y Aliados tendría 33 senadores. El 34 % del total de los 96.
Con la fórmula vigente Morena tuvo 60 senadores, 6 el PVEM, 5 el PT y 4 Encuentro Social, para sumar en total 75. Es decir, el 58.6 por ciento del total de 128 senadores. Morena y sus aliados perderían el 25 por ciento de los integrantes del Senado, con la nueva fórmula. Dudo que el presidente López Obrador, este consciente del resultado que arroja la fórmula que está proponiendo. Espero que los partidos políticos logren consensos, o simplemente no habrá reforma electoral, sobre todo por el tema del control sobre el árbitro electoral. Recordemos que solamente Junto Logramos Generar: Propuestas y Soluciones.