Desde hace unos días los embates de La República Democrática Obradorista en contra de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación nos ha dado mucho de qué hablar, se veía un claro e inminente conflicto entre esos dos poderes, no obstante de lo anterior, la prudencia de los ministros prevalecía hasta hace unos días cuando la Ministra Presidente Norma Piña, al vil actuar de joven despechado, le envió una serie de mensajes al Presidente del Senado de la República, Alejandro Armenta Mier, dando como resultado la denuncia pública de dichos mensajes, y no solo ante los medios, sino que los exhibió en el mismísimo pleno de la comisión permanente del Senado de la República … Si creen que todo termino en esto, pues no, esto apenas comienza.

Tan solo un día bastó entre lo acontecido entre la ministra y el senador, para que la Corte Suprema invalidara las joyas de la corona, es decir, invalido el decreto de nuestro cabecita de algodón en donde se blindaban los megaproyectos nacionales como de seguridad nacional, y cuáles son estos megaproyectos – El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), La Refinería Dos Bocas y el Tren Maya-, que golpe más duro y certero a los intereses de la 4T, lo cual por supuesto causo la ira de nuestro presidente, dedicando una mañanera completa para hablar de lo corrupta que es la Corte Suprema, y los nexos de la hoy presidenta ministra con personajes como Genaro García Luna, este emblemático personaje acusado de narcotráfico.

Esperemos y veamos, cuál es el revire por parte de la SCJN, es triste observar como nuestros representantes de elección popular, y, los que siguen un proceso técnico diverso al de elección se dejen vencer ante el poder y ante bajas pasiones, la Corte Suprema, efectivamente está realizando su trabajo, ¿pero qué se tardó mucho tiempo en reaccionar?, o podrá ser que siempre quiso realizar su labor, pero el entonces Ministro Presidente Arturo Saldívar no lo permitió, si así fuere, aunque esto beneficio al hoy mandatario le estaría dando la razón, y estaríamos hablando de una corte corrupta, que se mueve al mejor postor o sobre intereses meramente personales, lo cual sería inaudito, por otro lado, los arranques del presidente tildan un gobierno autoritario de rencores y de golpeteos, lo cual también deja mucho que pensar.

Pero el verdadero problema de esta contienda es que afecta directamente la credibilidad del Gobierno Federal, y aún más grave la credibilidad de la división de poderes, que es el orden que nos rige más allá de los colores, los sabores políticos o caprichos, sino es el orden general de las cosas, instituciones que se engranan unas a otras para que la sociedad mexicana siga en orden y paz, es por ello, que soy un fiel creyente que las riñas personales o de grupos de poder no dejan nada bueno, los poderes se deben de unir al unísono y ser uno, fortalecerse en bloque para generar mejores resultados y enfrentar los verdaderos problemas de nuestro país, pero estoy seguro de que esto no sucederá, por lo tanto, con esta breve frase me despido, en todo momento “los trapos sucios se lavan en casa”.