Por Eduardo Flores Salado
El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González dijo que esta jornada de oración se haga la petición del Papa Francisco: “Que a nadie le falte el trabajo y que todos sean justamente remunerados y que puedan gozar de la dignidad del trabajo y la belleza del descanso”.
Como cada tercer domingo de mes dijo que se vive una Jornada de Oración por la Paz. Hoy se nos pide orar “para que se transforme la precariedad e injusticia laboral y se reconozcan los derechos de los trabajadores y el esfuerzo de los empresarios”.
El prelado católico señaló también el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y del esfuerzo de los empresarios implica verse libres de extorsiones ya que hay muchos empresarios y a muchos trabajadores la extorsión les roba no solo parte del fruto de su trabajo, sino también su paz personal y el deseo de trabajar. Muchos negocios han cerrado.
“Muchos tienen en su mente y en su corazón esta pregunta: ¿vale la pena trabajar para que parte de mi salario se lo robe otro que no trabaja y me amenaza? Esto no es algo oculto y está muy extendido. todos hemos de colaborar, cada uno desde nuestra responsabilidad en la sociedad, para alcanzar esta libertad.
Dijo que esa actitud excluye a muchos de la posibilidad de obtener lo necesario para vivir, es fuente de graves injusticias. Recordemos que la tierra es el hogar de todo ser humano, en ella y de ella hemos de vivir. Nos decía el Papa San Juan Pablo II.
“Dios nos ha dado la tierra a todo el género humano para que de ella se sustente a todos sus habitantes sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno”. “Siempre, junto al derecho de propiedad privada, está el más importante y anterior principio de la subordinación de toda propiedad privada al destino universal de los bienes de la tierra y, por tanto, el derecho de todos a su uso”, finalizó.