Por Juan José Romero

En medio del operativo militar y de la Policía Estatal, amigos y familiares despiden a sus seres queridos

Entre llanto y gritos de dolor, cuatro de las 20 personas asesinadas el miércoles por hombres armados, fueron sepultadas en el panteón central de San Miguel Totolapan.

Los cuerpos fueron llevados en una camioneta acompañados de familiares y amigos, quienes con cantos religiosos dieron el último adiós a sus seres queridos; una zanja abierta por una máquina retroexcavadora, los esperaba en lo que será su última morada

Las calles casi solitarias, con la presencia solo de elementos del Ejército Mexicano que realizan labores de patrullaje en la zona, y ante el miedo que aún impera en la cabecera municipal de ese municipio calentano, los negocios no abrieron; prácticamente se paralizó todo.

La fachada del ayuntamiento aún conserva las huellas del ataque a manos de pistoleros que ingresaron a la localidad para sembrar la muerte y el terror entre la población.

Algunos juegos mecánicos fueron testigos mudos de lo que ahí paso, en medio de los pasillos, decenas de casquillos percutidos de las armas que los pistoleros usaron para masacrar a 20 personas, en tanto que las autoridades continúan con las investigaciones para dar con los responsables de este multihomicidio.

La gobernadora, Evelyn Salgado en una conferencia desde Chilpancingo, envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y advirtió que el crimen no quedará impune, y que habrá justicia para las familias.