Armando Ventura
A diferencia de la famosa frase que surgió en la película THE TERMINATOR II –y se hizo popular hasta hoy en día- la icónica disco BABY`O no creo que volvamos a ver abrir sus puertas –cuando menos en un buen tiempo- a raíz del atentado que recibió hace pocos días.
Historias y anécdotas de lo que pasó dentro del famoso antro, que abrió sus puertas en el año de 1976, serian interminables; lo que pasaba en ese exclusivo lugar quedaba ahí aunque por lo regular tiempo después se enteraba uno por el personal que trabajaba allí.
Por mi parte, puedo contar varios momentos inolvidables pues tuve la suerte de contar con un gran amigo abogado –el cual todavía frecuento, pero de quien mantendré su anonimato- y que éste a su vez tenia de cliente -y estupendo amigo después- a uno de los gerentes del lugar, creo lo apodaban “Mamey”, quien cada vez que solíamos ir a bailar con amigas o para conocer chicas nos pasaba de forma inmediata y nos tenía lista una mesa en ese excelente lugar; siendo la atención de primera.
Desde luego, omitiré las anécdotas de esas salidas con mi amigo y bellas damas –porque como dije, lo que pasaba en ese lugar ahí quedaba- por respeto a las féminas de esas historias, pero lo que sí puedo contar fue lo acontecido en una ocasión y que me dejó una lección de vida que se las comparto a continuación.
Sería el año de 1994 –si mal no recuerdo- cuando un amigo que administraba una residencia por el Acapulco tradicional que se encuentra en lo alto de una colina, subiendo por gran vía tropical; en ese entonces, dicha propiedad era de un empresario mexicano quien también era dueño de varios negocios, entre los que se encontraba un diario de circulación nacional.
En esa época, mi amigo me pidió acompañarlo un día sábado como elemento de seguridad y chofer de uno de los hijos del empresario, lo cual acepté de inmediato ya que en esa época -recién salido de la universidad- no contaba con recursos económicos suficientes. Esa noche sabatina, mi amigo y yo salimos a cumplir nuestra travesía, la cual empezó en un automóvil en donde iban el hijo y amigos del empresario y en el segundo, mi amigo y el que esto escribe. De esos inicios de la noche, sólo diré que fueron a cenar a un restaurante de la avenida Escénica con dos chicas muy guapas, percatándome en ese momento que una de ellas era una artista en asenso como solista después de salir del grupo Timbiriche.
Después de la cena, nos dirigimos –of course- al famoso BABY`O, el cual aún con la entrada repleta de gente dejó pasar de manera inmediata a las personas que acompañábamos y después de ellos, mi amigo y yo. Transcurridas dos horas, se me pidió que llevara a las damas a la casa porque tendrían que irse al aeropuerto temprano, por lo que fui a dejarlas y al regresar nuevamente a la disco me percaté de un conato de bronca y a mi amigo atrás de su patrón, sin participar en ella. Mi curiosidad me llevó a preguntarle a un mesero lo que había pasado, contestándome: “pasó lo normal de este lugar”; es decir, al parecer llegó ebrio el hijo de…un expresidente de México…sopas..!
Obviamente, yo no conocía al hijo del expresidente, pero pude reconocerlo por los tres guaruras que traía y por lo que decía de su “papi”, mientras, al muchacho que increpaba –quien más tranquilo sólo lo escuchaba- únicamente mostraba una leve sonrisa; sin embargo, al ver que no paraba la discusión y ya sin música y con las luces encendidas, se le acercó al hijo del expresidente la persona que cuidábamos y éste sólo atinó a decirle: “M… ya basta, recuerda que tú tuviste el poder seis años y nosotros lo tendremos toda la vida”.
Me atrevo a decir que ese “recordatorio” fue suficiente para ver cómo el hijo de un expresidente no contestara nada –ni sus escoltas- y procediera a retirarse del lugar; al fin y al cabo, pienso que entre ellos se conocían dada la familiaridad con la que le habló.
Así de especial era el BABY`O, donde se vislumbraban las vanidades al máximo y si tenías suerte, un día especial podías catalogar el valor que podía tener esa discoteca; no tanto por lo extravagante y caro de los equipos o los licores que tenían en su interior…sino por las personas millonarias y poderosas que ahí se encontraban.
En fin, solamente conté una anécdota en donde estuve de cerca del poder real y pude constatar lo que aún en la actualidad existe en los BABY`OS del mundo –y más en México-, el verdadero poder radica en los contados billonarios que controlan la economía del país, no en sus políticos.
ARMANDO…..DUDAS
1.- ¿Será políticamente correcto que la seguridad de los acapulqueños y próximamente de los guerrerenses este en las manos de la armada de México?
2.- Si la expresidenta municipal de Acapulco Adela Román Ocampo, publicó en sus redes sociales que se reincorporara como magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado, ¿también hará públicas los sentidos de su voto sobre las resoluciones que emita la sala en que la reincorporen?
3.- Ante la llegada de la expresidente municipal de Acapulco a esa magistratura, ¿se quedará impávida la Barra de Abogados de la que es asociada?
4.- Ante la buena labor al frente de la Barra de Abogados de Acapulco por parte de su presidente Adrián Cruz Vargas, ¿Se dará un extrañamiento –cuando menos- por parte de su asociación ante los actos desastrosos ocasionados por su asociada antes de irse a refugiar al Tribunal Superior de Justicia?
5.- ¿Qué de cierto será que uno de los expresidentes más corruptos que ha tenido Acapulco será el asesor financiero de la actual alcaldesa, Abelina López Rodríguez?
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