Enfoque Informativo
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Debemos tomar en cuenta que es común tener un sentimiento de culpa cuando el estado de ánimo no mejora después de consumir alimentos
El hambre emocional se refiere a utilizar la comida para sentirse mejor, es un tipo de ansiedad que te hace comer, aunque no se tenga apetito, para gestionar problemas personales.
Por ello, se hacen algunas recomendaciones de cómo superarlo y no sufrir estrés, tristeza o aburrimiento.
Este trastorno alimentario nos provoca comer al confundir los sentimientos con el hambre sin que seamos consientes de ello. Se caracteriza por sentir una gran necesidad de comer de forma desesperada e impulsiva.
¿Por qué nos da hambre emocional?
Normalmente, en estas ocasiones no se tiene apetito real, pero lo utilizamos como analgésico para hacernos sentir mejor, ya que creamos que es una buena forma de gestionar emociones negativas.
Este padecimiento genera la necesidad de comer, aunque no sea algo fisiológico, se quiere alimentar al cuerpo para estar mejor. Es frecuente en personas que han probado diversas dietas y no les han funcionado; sin embargo, tener una mala rutina puede aumentar el hambre emocional.
Debemos tomar en cuenta que se puede llegar a sufrir sobrepeso, obesidad, bulimia o anorexia, por lo que es importante estar alerta.
Si se come de forma organizada, no hay probabilidad de tener hambre, a continuación, te damos algunos consejos para controlar y cambiar esta situación.
Acudir a un nutricionista y psicólogo.
- Realizar técnicas de respiración y relajación, de esa forma podrán calmarte cuando aparezcan las ganas de comer de manera inapropiada.
- Debemos aprender a controlar a nuestros impulsos, saber cuándo es una necesidad o se hace de manera compulsiva.
- Es importante tener la mente ocupada, así es más fácil controlar el hambre emocional. Puedes optar por salir a pasear, llamar a tus personas cercanas, hacer actividades o realizar algún deporte.
- Procura tomar agua antes de comer, esta acción ayuda a reducir la ansiedad y a calmarte antes de ingerir alimentos.
Ahora ya conoces el concepto de hambre emocional, puedes identificarlo y hacer algo al respecto.