Jorge Vargas
El párroco del templo de San Juan Bautista, que es donde se venera al Señor del Perdón de Igualapa, Gregorio Ríos Fajardo, ejemplificó que el tercer viernes de cuaresma es ejemplo de esperanza y fe católica, dónde la feligresía aprovechó la cuaresma para pedir o agradecer favores al Señor del Perdón.
Por su parte, el colaborador del santuario regional, José Armando Medina de Jesús, precisó que desde las siete de la mañana llegaron decenas de feligreses en autobuses o caminando para poder pasar a ver al Señor del Perdón y dejarle alguna insignia con figuras de sus peticiones materiales o espirituales.
Sin embargo, dijo, en la entrada y todo el perímetro de la iglesia, se están respetando las medidas sanitarias por lo que el uso del cubrebocas es obligatorio.
Con música, danzas típicas y una feria como lo estipula la tradición, es como celebraron el tercer viernes de cuaresma en Igualapa, donde el “diablo mayor” Benjamín Alvarado Bustos explicó que este ritual se ha celebrado desde hace más de un siglo, en que habitantes de Azoyù vinieron a dejar ofrendas al señor, para que les concediera terminar con una epidemia que azotó aquel municipio y en agradecimiento desde aquella época cada 16 de marzo vienen a agradecerle el favor.
Por su parte, el director de Educación y Cultura, Gustavo Tomás Gama Montes, reconoció que a pesar de que estamos saliendo de una pandemia, tuvieron una gran afluencia de feligreses que acudieron a visitar el santuario, además de que hasta el momento hay saldo blanco en la feria de Igualapa, dónde no hubo baile, ni jaripeo para evitar aglomeraciones.
En el tianguis de la feria, lugareños y visitantes comprar desde dulces artesanales, cobertores, trastes de peltre, plástico, ropa, zapatos y un sin fin de productos.
El presidente Omar González Álvarez ofreció un refrigerio y bebidas refrescantes a los danzantes y la comisión de Azoyù que acudió al templo y posteriormente en el Ayuntamiento.