Para algunos fue un acto de imprudencia, y para otros un acto de valentía y fortaleza. También hay quienes la cuestionan del por qué no atendió el mismo lunes a los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) que bloquearon por 12 horas la Autopista del Sol y que originó la molestia de miles de guerrerenses.
En efecto, me refiero a la gobernadora Evelyn Cecia Salgado Pineda, quien en todo momento actuó de manera responsable y no cayó en la provocación.
Como gobernante le apuesta al diálogo y no a la confrontación. Y fue eso lo que hizo este martes para sorpresa de muchos, especialmente de los cetegistas.
Minutos antes de la 11 de la mañana, la gobernadora Evelyn Salgado arribó al edificio Juan N. Álvarez del gobierno del estado, que se ubica entre las calles 5 de mayo y 16 de septiembre del centro de Chilpancingo.
Más de 500 cetegistas habían instalado horas antes un plantón en ese edificio en el que se ubican la Secretaría de Finanzas y el Registro Civil, para insistir en una reunión con la titular del Poder Ejecutivo estatal. ¡Y sorpresa! La gobernadora hizo acto de presencia.
A diferencia de los últimos personajes que han gobernado al estado, Evelyn Salgado le entró al toro por los cuernos.
Los cetegistas ahí presentes no lo podían creer. Algunos la abuchearon y lanzaron consignas contra su gobierno, y otros se tomaron una selfie con ella.
La gobernadora llegó acompañada por el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez; el jefe de la Oficina, Jesús Urióstegui García; el director general de Comunicación Social, René Posselt Aguirre, y por el ineficiente titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Marcial Rodríguez Saldaña.
“Aquí estoy y vengo a dialogar con ustedes”, les dijo la gobernadora a los cetegistas e inmediatamente les pidió una comisión para instalar una mesa de negociación.
En todo momento, Evelyn Salgado se mostró tolerante con los que lanzaban rechiflas en su contra. Al parecer, analizó antes el terreno en el que iba a pisar.
Durante media hora esperó en el interior del edificio Álvarez a la comisión de maestros. La reunión duró cuatro horas.
¿Y cuáles fueron los acuerdos?
Al salir del encuentro, la gobernadora explicó que este miércoles la Ceteg tendría una mesa, el jueves a nivel federal y el próximo martes se reunirá nuevamente con el gobierno estatal.
“Guerrero tiene una deuda histórica con el magisterio, hay muchos problemas que no han sido atendidos durante muchísimos años, y hoy es el momento de revisar punto por punto el pliego petitorio que tienen (los cetegistas) y en lo que en nuestras manos esté con mucho gusto lo vamos a hacer y lo que esté en manos de la federación nosotros vamos a gestionarlo y vamos a ser ese conducto y ese vínculo para que haya una atención”, dijo.
La mayoría de las peticiones de los maestros de la Ceteg son de carácter federal. Y lo que respecta a la remodelación de aulas escolares, por ejemplo, corresponde desde luego al gobierno del estado.
Lo importante es que la gobernadora encaró el problema y mostró siempre firmeza, algo que desde un principio debió haber hecho Marcial Rodríguez Saldaña como titular de la SEG.
NORMA OTILIA, LA AUSTERIDAD, LA TRANSPARENCIA Y LAS PACHANGAS
La austeridad, transparencia y rendición de cuentas no se aplican en el Ayuntamiento de Chilpancingo, ya que la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez sigue los pasos de su predecesor, el perredista Antonio Gaspar Beltrán, con quien mantiene una guerra de lodo en los medios, a través de sus peleles: un síndico y una regidora.
Las cosas en Chilpancingo no han cambiado. Por el contrario, hoy por hoy, los capitalinos son gobernados por una mujer que solamente le interesan las pachangas y echarle la culpa de sus errores a la anterior administración.
Es cierto, Antonio Gaspar fue un pésimo alcalde y el más demagogo de todos, pero a Norma Otilia Hernández también le quedó grande la Alcaldía. Y lo que es peor: algunos de sus más cercanos colaboradores le dicen al oído que en 2024 será senadora de la República y en 2027 la sucesora de Evelyn Salgado Pineda.
Si en verdad quiere seguir escalando políticamente, lo primero que tiene que hacer es dar resultados a los problemas que enfrentan diariamente los chilpancinguenses, tales como la inseguridad pública (robos, extorsiones y ejecuciones), la falta de agua entubada en las colonias y más camiones recolectores de basura; y rodearse de un buen equipo de colaboradores, y no de cortesanos.
Los integrantes del actual Cabildo ganan lo mismo que el anterior que encabezó Toño Gaspar. O sea, nos siguen saliendo caros la alcaldesa, los dos síndicos y los regidores. Lo más lamentable es que Norma Otilia Hernández no rinde cuentas claras de los recursos que maneja como presidenta municipal.
Asimismo, durante la crisis sanitaria originada por la pandemia del Covid-19, la alcaldesa actuó con total irresponsabilidad al permitir la realización de eventos culturales y religiosos masivos. Fue por eso que Chilpancingo ocupó durante varias semanas el primer lugar en el estado en contagios y muertes por el coronavirus.
Ojalá que, en su sueño de ser senadora, no afecte más al pueblo de Chilpancingo. Primero es la salud del pueblo. Las pachangas pueden esperar.