Por Jorge Romero Rendón
Este primer año en el cargo está demostrando de qué está hecha la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, que destaca en tres aspectos principales.
Está cumpliendo su parte en el combate a la inseguridad, a la corrupción y al acoso contra mujeres y niños; está aportando recursos a los programas de bienestar social a la par con el gobierno federal poniendo el 50% del presupuesto, ampliando así el número de beneficiados; y está demostrando que no sólo sabe gobernar, sino que lo está haciendo bien, en un proceso de transformación trascendentalque tiene el apoyo creciente de la población.
Sin duda estos 13 meses y pico que lleva gobernando uno de los estados con mayor fama de ingobernable en México, están siendo una grata sorpresa para propios y ajenos, porque lejos del caos que algunos vaticinaban, lo que hay en Guerrero es paz social, una seguridad pública que mantiene a raya a los principales delitos del orden común, y una gobernabilidad que no se ha alterado pese a los embates de diversos grupos de presión que se han manifestado una y otra vez en las calles y algunas carreteras de Chilpancingo y Acapulco.
Como le decíamos a usted la semana pasada, es justamente la gobernabilidad que se mantiene en Guerrero la principal muestra de que hay control político y social en el estado, y que ni las protestas gremiales ni la delincuencia que genera violencia contra bandas rivales, tienen la fuerza para trastocar la marcha del estado.
La labor transformadora del gobierno de Salgado Pineda puede verse lo mismo en las iniciativas de ley que ha presentado al Congreso local, y en el proceso de mejoramiento en la impartición de justicia por parte del Poder Judicial. Si bien ambos poderes son autónomos se han enfocado en cumplir a su vez las líneas marcadas por la mandataria en términos de austeridad en el gasto, combate a la corrupción, y agilidad en su actuar en favor del interés ciudadano.
Mientras que en los programas de bienestar que aplica el gobierno del presidente AMLO en el estado, la gobernadora está aportanto el 50% del financiamiento, con el fin de que haya un mayor número de beneficiados. Como en el caso de la Pensión Universal para discapacitados, a la que Evelyn aporta 450 millones de pesos, con lo que, sumados a los recursos federales, subió este año a 914 millones, incorporando a más de 54 mil guerrerenses, quienes además recibirán un pago retroactivo en este diciembre que sumará 11 mil 200 pesos, algo nunca visto en el estado. Y así con los adultos mayores, con los caminos artesanales rurales y becas del menú federal: mayor cooperación y mayor cobertura.
Si a esos programas les sumamos los que están dirigidos a la protección de mujeres y niños, para acceder a una vida sin violencia, lo que vemos es una estrategia de apoyo inusitado a los grupos más vulnerables del estado que, sea por la vía de las pensiones y becas, o mediante acciones como las del Protocolo Violeta, dirigidas a la localización de mujeres desaparecidas, a evitar el acoso mediante un sistema de transporte exclusivo para mujeres y menores de edad, lo que vemos es una preocupación auténtica de transformación para brindarles apoyo y protección efectivas, más allá de los discursos y de las buenas intenciones.
Por eso decimos que este primer año del gobierno de Evelyn Salgado es un año ganado para el mejor desarrollo –inclusivo y transformador- de Guerrero, justo donde lo necesitamos. Y eso hay que reconocerlo…