La historia moderna del Atlas nunca había necesitado tanto una victoria como este domingo 12 de diciembre. Incluso en 1999 había un capítulo misterioso que vendría después y tenían cierto margen de fallo. Ante León en casa, es ganar o ganar para Atlas para poder seguir soñando.
La superioridad de los rojinegros en el marcador nunca fue casualidad. Diego Cocca encontró la manera de incomodar a La Fiera y Ariel Holan lo reconoció después de que terminara el encuentro. La presión alta de Atlas obligó a que León fuera perfecto en su salida con balón controlado.
Seguramente el camino a la victoria será el mismo para los Zorros. Sobre todo ante un equipo que no renuncia a la salida corta y a la conservación del esférico desde abajo. Cualquier error podría ser costoso para La Fiera y los rojinegros tendrían una buena opción de recortar la desventaja.
Luego entrará el tema de las posturas en el campo. Atlas encontró en su defensiva la mejor herramienta durante el torneo, pero no es eso lo que debería preocuparle. El equipo de Diego Cocca no se siente cómodo asentándose en campo contrario con la misión de abrir defensas organizadas.
León, por su parte, se encuentra en una encrucijada. Ser fiel a todos sus principios aunque esto suponga poner en juego el título o tratar de adaptarse al marcador favorable y jugar con el resultado.
El factor anímico seguramente estará con Atlas. Más allá de la motivación que supone levantar el título, 70 años pesan más que cualquier otra intangible en la final de vuelta. El Estadio Jalisco recibirá un partido definitorio de liga por primera vez en más de dos décadas y también querrá festejar.
El historial favorece claramente a León. Si de algo le sirve a Atlas, podría revisar el duelo de la fase regular, aunque ya avisaron ambos en la ida que parecen estar jugando en otro torneo distinto.
León llega con la misión clara de no perder. El empate le vale a Ariel Holan y compañía para levantar el trofeo después de los 90 minutos. Aunque una postura defensiva podría significar una mala jugada por el ambiente del encuentro, es una ventaja más que clara para La Fiera.
Atlas está ante el duelo más importante de este siglo. La última vez que fue campeón el mundo era distinto y en su anterior final varios de sus actuales jugadores no existían. Para ellos conviene pensar en el encuentro como si no hubiera un mañana.