Por Efraín Flores Maldonado

“Quien no aprecie la educación y la sabiduría… es un miserable; su esperanza será vana, sus trabajos infructuosos y sus obras inútiles”. Juan Amós Comenio.

Con aprecio a la legítima gobernadora de Guerrero Evelyn Cecia Salgado Pineda, esperando llegue a su vista…y lo lea.

La presencia y permanencia de la pandemia desatada por el COVID-19 está generando profundos cambios en las ciencias humanas y de la naturaleza.

La ciencia avanzará sin duda en la medida que sus investigaciones y ensayos remediales vayan generando nuevos conocimientos para detenerla y proteger a la humanidad en el presente y el tiempo por venir.

Sin duda será en la educación y en las disciplinas relacionadas con la misma donde mayormente estaremos observando y desarrollando nuevas modalidades.

Las instituciones públicas y privadas tienen el reto y desafío de adecuar formas y contenidos para evitar que la fuerza extrema de la pandemia las debilite y en algunos casos las anule y desintegre.

Las tecnologías de la información y la comunicación se están presentando como posibles hontanares que inteligentemente programadas puedan contener, desarrollar y magnificar los alcances del conocimiento autodidacta y escolarizado.

Las instituciones educativas y las universidades públicas y privadas tendrán que adecuarse a dicho reto presente y un futuro imprevisible.

El personal docente, administrativo y de apoyo a la educación serán transformados de manera apresurada para continuar la transmisión del conocimiento y la formación de técnicos y profesionales.

Las instituciones formadoras de docentes deberán poner énfasis especial en las modalidades y contenidos de las clases presenciales y a la distancia, dotándolos de competencias polivalentes que les permitan sobrevivir y desarrollarse en esta crisis sanitaria y prepararse visionariamente para enfrentar otras calamidades que posiblemente en el futuro azoten a la humanidad.

Más allá del concreto proceso de enseñanza-aprendizaje, esta pandemia transformará también el contenido de la legislación en general y en especial, las leyes y reglamentos aplicables a la educación.

Las estructuras del poder nacional en México y en los estados necesitaran de un mayor interés y puntería de nuestros gobernantes para proteger con educación de calidad a la niñez y la juventud.

Para maximizar las competencias técnicas y profesionales de sus egresados.

Sin duda habrá un reclamo moral y político que exija al poder público no abandonar la educación en el medio rural, en zonas marginadas y sobre todo en las áreas donde han nacido y habitan nuestros pueblos originarios.

Las nuevas modalidades de la educación deben generar calidad y justicia social.

Ningún desarrollo modernizante de la educación tendrá calidad moral, sino florece y beneficia a la niñez y juventud pertenecientes a los pueblos originarios.

Los Gobernantes que los olviden ..pasarán a la historia como ineptos, inmorales…y corruptos ,que incompetentes para Gobernar..prefirieron REINAR.