La interacción en redes, como consumo activo de esos ideales, hace que el trastorno dismórfico corporal se abarque de otra forma. La cercanía con los famosos, definida por la comunicación de igual a igual, hace que se asuma como “verosímil” la realidad digital, con todo lo que ello implica.
Esta importancia que se le da hoy a lo que se muestra en redes cambia todo. Hasta las prioridades: así, las mujeres de entre 16 y 25 años se estima que pasan hasta cinco horas a la semana tomando, retocando y compartiendo selfies, teniendo esto estragos incuestionables en la autoestima y autopercepción. Los más jóvenes, por tanto, son un target fácil de este tipo de trastorno. Y hasta el propio Mark Zuckerberg lo sabe.
Polémica por la toxicidad de las redes
Allá por septiembre de 2021, The Wall Street Journal publicó documentos internos que reflejaban algo que el creador de Facebook decidió ocultar: Instagram empeora la relación con su cuerpo en un tercio de la población adolescente, elevando los niveles de ansiedad y depresión.
¿Cómo afecta a hombres y mujeres?
Según un estudio de la Universidad de Oxford (Core Clinical Feautures of Body Dysmorphic Disorder) el TDC se manifiesta, como norma general, de diferentes formas en función del género:
- En el caso de las mujeres, las áreas que más preocupan son:
- Nariz
- Muslos
- Caderas
- Piel
- Por otra parte, los hombres se centran en otras zonas:
- Cabello (alopecia)
- Músculos
- Genitales
Estas inseguridades y la forma que tienen de solucionarlas solo desembocan en frustración. “La operación se entiende como un medio para la resolución del problema cuando el problema es psicológico”, asegura Mireia Cabero. La colaboradora de la UOC enfatiza que la operación no elimina la inseguridad. En todo caso, la acrecienta.
Síntomas de “dismorfia del selfie”
Hay ciertas conductas que pueden connotar este trastorno psicológico. De esta forma se distinguen: Necesidad de camuflaje, que se manifiesta con el empleo de maquillaje, ángulos, posturas que puedan favorecer nuestra imagen.
- Comparación con uno mismo y los demás
- Conducta de verificación, que consiste en mirarse de forma compulsiva e insistente al espejo
- Aseo e higiene excesivo
- Pellizcarse la piel
- Inseguridad
- Baja autoestima
- Conductas evitativas, como puede llegar a ser cancelar citas con tal de no ser juzgados
Pero ¿por qué tanta preocupación por el físico?. Todo por la aceptación
El ideal de la perfección, según indica el economista Daniel S. Hamermesh, es fruto del sesgo de aceptación que implica encajar en el ideal de belleza. Este experto acuña dos términos: “prima de belleza” y “penalización por fealdad” y asegura que las personas más bellas reciben salarios más altos, llegando a 230 mil dólares más.
Por el contrario, los menos agraciados reciben una penalización económica por serlo: Iris Bohnet, profesora de Harvard, estima que, en este sentido, el salario es hasta un 13 por ciento más bajo en caso de los hombres occidentales (en el caso de las mujeres la brecha es menor) y hasta más de un 31 por ciento en las mujeres de Oriente, donde existe un mayor nivel de exigencia por la cosificación de la mujer en estas culturas.