Enfoque Informativo

  • “Mowgli” es uno de los personajes más queridos de Disney, tanto que ya hasta tuvo su película en live action, pero lo que pocos saben es que su historia está basada en un niño real

En 1872 Dina fue encontrado por un grupo de cazadores en Uttar Pradesh, India, cuando era un niño. Ellos vieron que él iba desnudo, caminando a cuatro patas y siguiendo a una manada de lobos hasta una caverna donde se refugiaron.

Los cazadores arrojaron fuego a la caverna para obligar a las bestias a salir, mataron a los lobos y capturaron al niño feral para llevarlo a un orfanato. Dina tenía unos seis años de edad y fue bautizado como Sanichar, que significa “sábado”, pues ese fue el día que lo llevaron a la civilización a fuerza.

Sanichar nunca pudo ser civilizado

El niño continuó caminando a cuatro patas mientras comía solo carne cruda e incluso masticaba huesos solo para afilar sus dientes. Mientras tanto, se comunicaba únicamente con gruñidos y aullidos de lobo, y nunca aprendió un idioma humano.

La historia de Sanichar inspiró una de las obras más perdurables de la literatura occidental, “El libro de la selva” de Rudyard Kipling, aunque la historia real es aún más inusual de lo que la novela podría captar.

“Él había adquirido el hábito de roer los huesos para afilar sus dientes y rechazaba los intentos iniciales de ser vestido. Lo único que llegó a aprender durante los 20 años en compañía humana fue a mantenerse erecto, vestirse con dificultad y cuidar de su plato y de su vaso”, escribió el sociólogo francés Lucien Maison en su ensayo Les Enfant Sauvages (1964).

El joven quedó a cargo del padre Erhardt, quien en los escritos de la antropóloga Valentine Ball, “Jungle Life in India” (1880) y “Jungle Trails in Northern India” (1938) detalla que poco se pudo hacer por Dina en cuanto a su adaptación al mundo. Desafortunadamente, desarrolló una adicción por el tabaco y murió de tuberculosis alrededor de los 30 años.

Los rumores que rodean al Orfanato de la Misión Sikandra, el cual acogió a Dina Sanichar, son múltiples. Uno de ellos es que solo cuidaban a “niños lobo” y otro que eran niños con algún desorden mental, pero que no eran bien atendidos; sin embargo, no se tienen pruebas de esto.

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