Enfoque Informativo
El refresco de cola y el de naranja son considerados los más dañinos
Entre todo el universo de sabores de refresco, los especialistas han advertido que algunos hacen más daño que otros. Esa sensación burbujeante se vuelve especialmente atractiva en tiempo de calor o cuando te encuentras frente a unos tacos de suadero, ¿pero realmente puede haber ‘chescos’ saludables?
De acuerdo con Harvard T.H. Chan School of Public Health, las bebidas azucaradas son cualquiera con azúcar agregada u otros edulcorantes (jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, sacarosa, concentrados de jugo de frutas y más). Aquí se incluyen refrescos.
Dicho sitio especializado agrega que éstas se encuentran al final de la lista de bebidas recomendadas para cuidar la salud porque tienen muchas calorías y prácticamente ningún nutriente, además, cuando las personas las toman no se sienten tan llenas como cuando consumen el mismo contenido calórico de alimentos sólidos.
¿El refresco puede ser saludable?
¿Tomar refresco es bueno para la salud? No hay debate, los especialistas coinciden en que es perjudicial. De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor los refrescos y aguas de sabor “no son una bebida recomendable, es decir, se deben evitar”.
El consumo cotidiano de bebidas azucaradas como el refresco se ha asociado con:
- Aumento de peso: si se toma una lata promedio diario sin reducir calorías se aumenta alrededor de dos kilos al año.
- Obesidad
- Diabetes tipo 2
- Deterioro cognitivo
- Enfermedades cardiacas
- Enfermedades crónicas
- Mayor riesgo de muerte prematura
Además, especialmente el refresco de cola y el de naranja son considerados los más dañinos: el primero por su contenido de ácido fosfórico que puede dañar los riñones y se ha relacionado con el riesgo de osteoporosis.
En tanto, el de naranja porque da la impresión de que se está tomando algo con fruta, cuando no la tiene, lo cual incita a tomar más, asimismo, agrega colorantes dañinos para los menores de edad.
Los refrescos sin azúcar tampoco son la mejor opción, aunque pueden dar esa idea, ya que hay versiones light que se han asociado a mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Michelle Rauch comenta a Eat this, not that que algunos de cola light suman cantidades más altas de cafeína, la cual en dicha bebida puede “interferir con la absorción de calcio y provocar pérdida ósea cuando se consume con frecuencia”. Los refrescos oscuros, en particular, parecen presentar el mayor riesgo.
De acuerdo con el sitio especializado Consumer Eroski, hay que prestar atención a estos ingredientes para elegir el menos dañino:
- Endulzante: ¿lleva azúcar, edulcorantes o ambos? Los edulcorantes podrían ayudar a reducir el consumo de azúcar, pero no se recomiendan en ciertos grupos como los niños. Además, Profeco agrega que las bebidas no calóricas con edulcorantes artificiales no deben exceder 2 tazas al día.
- Zumo: aunque el zumo puede ser un buen indicio, aportan azúcares libres, que se comportan como los azúcares añadidos.
- Información nutricional: busca versiones con menos azúcares y calorías.
“En cualquier caso, este tipo de bebidas no son saludables… podemos añadir un matiz y considerar que deberíamos evitarlas en la medida de lo posible o tomarlas cuanto menos, mejor”, agrega dicha publicación española.
¿Cuál es el refresco más saludable?
Si se busca algo burbujeante, el único refresco considerado saludable es el agua con gas, que solo tiene dos ingredientes: agua mineral y gas carbónico.
Se ha demostrado que el agua con gas puede hidratar igual que el agua simple, aunque su consumo excesivo se ha asociado a varios efectos secundarios como una ligera erosión al esmalte de los dientes.
Según Harvard, esta versión burbujeante a veces se sugiere como una alternativa más saludable a los refrescos azucarados: “Las aguas carbonatadas, si no están endulzadas, son seguras para beber y una buena opción de bebida. No están asociados con problemas de salud relacionados con bebidas carbonatadas endulzadas como las gaseosas”.
Hay varias opciones caseras que se pueden preparar con agua con gas: como limonada, naranjada, pepino, mango, fresa y casi cualquier fruta.
Cabe recordar que el agua simple potable es la única totalmente sana e indispensable, se deben consumir de 6 a 8 vasos al día.