Poner el altar para celebrar el día de muertos es una de las tradiciones más relevantes y arraigadas que tenemos en México con la que podemos honrar a las personas que han dejado este mundo. Sus orígenes anteceden a la conquista española, en un tiempo en el que el morir marcaba, según las creencias, el comienzo de un viaje de cuatro días hacía Mictlán, el lugar del eterno descanso para los muertos. Fue a partir de la llegada de los españoles que se añadieron elementos del cristianismo, convirtiéndose en una muestra del sincretismo religioso entre ambas culturas.
Algunos elementos como las flores de cempasúchil, el papel picado, las veladoras y el pan de muerto son colocados cada año en estas fechas con la intención de volver a compartir un momento con nuestros difuntos a partir de su recuerdo. Además de estos, repasamos a continuación algunos de los objetos indispensables que deben estar presentes en una ofrenda tradicional mexicana.
Retrato
Para el altar de este año, valdría la pena colocar una foto o retrato distinto de las personas a las que les dedicaremos nuestra ofrenda. La fecha en sí, se vuelve la oportunidad ideal para echar un vistazo a las fotos antiguas y tal vez, mandar a restaurar o digitalizar algunas de ellas para asegurarnos de preservar esos valiosos recuerdos, ya que después de todo, las fotos son junto a los objetos personales, el elemento que le otorga identidad al altar, pues nos señala a las almas que estamos honrando esa noche.
Veladoras
Las velas alimentan el fuego, uno de los 4 elementos que deben estar presentes en nuestra ofrenda junto al agua, la tierra que será representada por las frutas que coloquemos y el viento representado por el papel picado.
Agua
Como símbolo de la pureza, el agua está siempre esta ahí para aliviar la sed de las ánimas luego del largo trayecto de un mundo al otro, no importa si decides colocarla en un vaso, jarrón o copa.
Calaveritas
Además de ser uno de los objetos más coloridos y emblemáticos del altar, colocar calaveritas de azúcar y chocolate están en la ofrenda para representar la muerte. Una tradición realizada en los pueblos mesoamericanos antes de la llegada de los españoles, en la que reunian cráneos de prisioneros para colocarlos en fila como un tributo a los dioses.
Flores
Conocida también como la flor de los veinte pétalos, el cempasúchil es por tradición la planta del día de muertos, pues además de ser una especie endémica de México, su particular aroma es tan fuerte que nuestros antepasados la usaban para guiar a los muertos en el camino a sus hogares.
Comida y pan de muerto
Está claro que la comida es en lo primero que pensamos cuando estamos colocando el altar para nuestros difuntos; sin embargo, más allá de poner los que en vida fueron sus platillos favoritos, la importancia de la tradición recae en cocinar por cuenta propia, como una hermosa forma de honrar a nuestros seres queridos y dialogar con los recuerdos. Este año puedes intentar por ejemplo, hornear tu mismo el pan de muerto que compartirás en familia.
Papel Picado
Símbolo del viento como uno de los cuatro elementos que deben estar presentes en el altar, el papel picado es en sus colores negro o morado una referencia el luto cristiano, mientras que en color naranja representa el luto azteca. La variedad actual de materiales y diseños vuelven todavía más alegre y colorida esta fecha.
Incienso
Suele usarse copal o incienso para alejar a malos espíritus y almas perdidas del lugar, de modo que las personas a las que estamos honrando puedan entrar sin peligro a su hogar.
Mantel blanco y Sal
Según la tradición, la importancia de la sal está en ayudar a que el cuerpo del difunto no se corrompa en su trayecto entre ambos mundos. Por otro lado, el color blanco del mantel junto al blanco de la sal representan alegría y pureza.