Enfoque Informativo

El mundo laboral es ágil y algunos aspectos del currículum deben adaptarse para obtener los mejores resultados.

Qué evitar, cómo optimizar la información que refleje sus logros y tus conocimientos, y cuáles son las herramientas más usadas en una búsqueda laboral

Aunque se trata de palabras sobre una hoja, ya sea virtual o de papel, el currículum vitae es una carta de presentación. Es el modo en que las personas buscan insertarse en el mercado laboral. Es que, en escasas líneas, deben presentar todo lo que saben hacer, con un formato ágil, atractivo y, sobre todo, efectivo. Existen diferentes barreras que se deben atravesar a la hora de conseguir un empleo, pero la primera de ellas es la denominada “prueba de los 6 segundos”.

En resumidas cuentas, el currículum vitae es la forma que las personas tienen de decirle a un empleador quién es y qué sabe hacer. Según los expertos, los CVs son, por regla general, un poco aburridos de ver. Es por este motivo que surge la denominada “prueba de los seis segundos”. Este es el tiempo que le lleva a un reclutador decidir qué postulante avanzará en la “carrera por el empleo”.

Es por eso que los expertos aseguran que no puede ser muy extenso, ya que los reclutadores analizan en este corto tiempo si lo expresado allí coincide con los criterios de búsqueda para cubrir un puesto. En palabras de JT O’Donnell, director ejecutivo del sitio de orientación profesional Work It Daily, “los reclutadores, a menudo, tienen cientos de solicitudes en línea para revisar, incluso con algoritmos que ayudan a filtrar muchas de ellas” es por eso que “es probable que le echen un vistazo al tuyo para juzgar si entras en la lista de candidatos”.

En ese tono, en diálogo con The Wall Street Journal, luego de pasar por la cumbre que realizó el medio sobre el mercado laboral, la especialista destacó que “el ojo humano funciona en un patrón en Z. Estoy bajando, buscando cuatro o cinco cosas que me dijeron que debes tener o no puedes ser considerado”. Aunque esta situación no garantiza que el postulante obtenga el trabajo, lo cierto es que, al menos, le permite avanzar hacia la próxima etapa, que generalmente es una entrevista.

Pero, ¿qué se debe tener en cuenta antes de armar un currículo vitae? El primer paso es analizar dos aspectos esenciales: cuál es nuestro perfil profesional y la oferta de trabajo a la que se quiere aplicar. Los expertos señalan que se obtienen pocos resultados cuando se envía el mismo escrito a todas las empresas, es por eso que recomiendan que sea lo más personalizado posible ante cada oferta. De todas maneras, existen algunos aspectos de debemos olvidar, de entrada, cuando comencemos a escribirlo. Aquí un resumen sobre qué sí, y que no, debemos incluir en las “hojas de vida”.

Qué debemos hacer para pasar la prueba de los seis segundos

1- Sea conciso en el resumen profesional:

Aunque durante años se recomendó realizar un breve extracto de la experiencia laboral y académica, donde se detallen las habilidades y logros académicos; en la actualidad este apartado se convirtió en obsoleto. Según O’Donnell, “los reclutadores no tienen tiempo para eso”. En cambio, aconsejó utilizar un “título” de una línea, que luego esté acompañado de “especialidad ocupacional”. En este punto, señaló que estas palabras deberían coincidir con el puesto que está solicitando.

2- Céntrese en su historial de trabajo relevante

Aunque algunas personas quieren dar detalles sobre toda su experiencia laboral, en especial aquellos que no ostentan mucha, es mejor centrarse en aquellos trabajos que son relevantes y se relacionan con el puesto que está solicitando. En palabras de Oates, “no es necesario que comas más de lo que tomaste”. “Muchas empresas no quieren pagar de más y ese es exactamente el mensaje que está enviando cuando pones todo en tu currículum”, aclaró.

3- Elija números y datos “tangibles”

Antes de elegir palabras que sumen confusión, lo mejor es centrarse en números y datos “tangibles”, ya que “en el momento de la entrevista podrá dar detalles sobre sus habilidades sociales”, explicó O’Donnell. Para optimizar estos datos, la especialista aconsejó” encerrar en un círculo todos los sustantivos del CV, porque generalmente así se pueden cuantificar”.

4- LinkedIn, una herramienta esencial

Durante años, algunas personas “desdeñaron” a LinkedIn como herramienta a la hora de buscar empleo. Sin embargo, la realidad mostró que eso es cosa del pasado. “Es realmente tu mejor currículum“, indicó Brian Liou, fundador y director ejecutivo de Rora, una empresa que asesora a los profesionales de la industria tecnológica en la negociación con los empleadores.

5- Evite el ChatGPT

Aunque en la actualidad este chatbot de inteligencia artificial de OpenAI ganó los titulares de los medios internacionales y ya se posiciona como una herramienta popular para crear y modificar CV, los reclutadores pueden detectar un currículum creado por ChatGPT “a una milla de distancia”, aseguró O’Donnell. El consejo es utilizarlo, solamente, “como punto de partida”.

6- Es mejor un diseño sencillo

Salvo que se trate de empresas de diseño o que tienen un perfil que puede asemejarse con estas áreas, demasiados colores brillantes, el uso abundante de un color solo o formas y líneas en diferentes direcciones pueden ser vistos como aspectos negativos en el currículum, ya que desvían la atención de lo importante y ubican al candidato como una persona que busca llamar la atención.

7- Formato incómodo y mala gramática

Como ya se dijo, el CV es una carta de presentación. Es el primer paso que debe abrir las puertas hacia otras instancias en la búsqueda laborar. Es por eso que los expertos recomiendan omitir pronombres personales como “yo”, “mi” y “mí”. Además, advierten que poner números en palabras hace difícil que los gerentes de contratación hojeen los currículums a la hora de evaluar logros cuantificables y medibles.