Según la Real Academia Española, Terrorismo significa: 1. Dominación por el terror (miedo intenso). 2. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. 3. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.
Decir que México es un país feliz, feliz, feliz, en el que hay paz, tranquilidad y libertad, y en el que vamos bien, es decir en lo general, una serie de flagrantes mentiras. Es una serie de engaños a su población, y una tapadera del claro deterioro social, económico, de salud, educativo, político y un largo etcétera de situaciones negativas por las que nuestro país, desafortunadamente atraviesa.
Como puede presumir un país de contar con estas características de bienestar, cuando se tiene ya a casi 150,000 familias de luto por los homicidios dolosos, a cientos de miles de familias de luto por los muertos de más en la pandemia, por los feminicidios, por los desaparecidos, por los niños muertos por el cáncer, por el hambre, por las masacres, por tanta maldad desatada, y también por un número que no se reporta de muertes por exceso de drogas. Por tanto terror. Claro que hay terrorismo.
Como puede decirse que vivimos con paz, tranquilidad y libertad, cuando tenemos más muertes violentas que en países que si están en guerras declaradas. Cuando no podemos transitar libremente por nuestras calles. Cuando hay territorios enteros dentro de México, dominados por el crimen organizado. Cuando en cualquier ciudad se puede uno encontrar con “civiles” armados, inclusive en un centro comercial. Cuando si tu hija o hijo joven o pequeño se te pierde de vista en cualquier lugar, y lo primero en que se piensa, es en que te lo pueden secuestrar, ya sea para quitarle y vender sus órganos o para robárselo para prostituirlo. Que terror, claro que hay terrorismo.
Como puede decirse que vivimos en un país en el que vamos bien, cuando las brechas de desigualdad y pobreza no han hecho más que aumentar, cuando tenemos ya a más de 8 millones de hermanos mexicanos en condición de pobreza, a pesar de contar con programas sociales con cerca de 900 MMDP, el presupuesto social más grande en 11 años. Esto no significa otra cosa más que una serie de programas equivocados o mal implementados, dicho esto por sus magros y malos resultados.
Ya son cuatro años y cuatro meses del actual gobierno, sabían muy bien lo que se iban a encontrar, ¿Cuál sorpresa?, cuando toda la campaña fue una serie de críticas indefendibles, hacia la situación en la que se encontrarían al país cuando llegaran al poder. El Presidente supo leer muy bien, como nadie, la situación real del país que estaba por gobernar. Fue lo que le despertó la enorme simpatía, y una esperanza convertida en una ola indetenible de apoyo, a la esperanza que encendió su movimiento. Sin embargo, si antes había terror, ahora lo hay mucho más. Claro que hay terrorismo.
Cuando vemos a grupos armados enviándole mensajes en video al Presidente, con amenazas de violencia sino hace esto o aquello, es terrorismo. Cuando vemos cuerpos inertes colgados en puentes, es terrorismo. Cuando vemos negocios incendiados, es terrorismo. Cuando vemos masacres por aquí y por allá, es terrorismo. Cuando se tiene que dejar intocable a un maleante por temor a causar más muertes, es terrorismo. Y no confundamos conque terrorismo solo es lo de grupos como al-Qaeda, Hamas o ISIS. Lo de los cárteles mexicanos aunque con diferentes motivaciones, también es terrorismo.
Hay políticos del oficialismo que se inflaman de fervor patriótico, cuando un par de Senadores de los EEUU, han solicitado que se califique de terroristas al crimen organizado de México. No hacen más que sembrar más terror en la población, haciendo creer que nos encontramos ante una inminente invasión por parte de aquel país. Entonces, “detengan todo”, envíese a M Ebrard a advertir que no lo vamos a permitir. Gran boato que se armó en México, y allá, como dicen los periodistas, allá no fue ni nota. No es verdad, no nos van a venir a invadir. Al final dan a pensar, en que no se trata más que una cortina de humo más, para que no se hable de lo realmente importante, que es la mala situación de nuestro país, escondiendo la basura detrás de discursos patrioteros, que en cualquier caso, no abonan a la cooperación y a la diplomacia qué para el caso, México debería de ofrecer.
Y para cerrar con broche de oro, se obsequia la marcha para la conmemoración de la Expropiación Petrolera, para el rescate de PEMEX y la CFE, para la Soberanía Energética. En realidad ya no sé de qué se trató con tantos subtemas. En lo personal pienso que se trató de mostrar el músculo de morena a estas alturas. Se trató de demostrar, que reúnen a más gente que la oposición, esto sin mediar pudor o algo de vergüenza, en cuanto a acarrear a miles de personas, con un gasto inútil y pretendiendo hacernos creer, que con los sueldos de funcionarios públicos y las dietas de los diputados de morena, se cubriría tal dispendio multimillonario.
El caso es: *Qué se ve a gente qué llegó, pisó el Zócalo, se dejó ver por quienes tenían que confirmar su presencia, y se empezaron a retirar. *Qué no llegaron el millón y medio de personas qué se dijo iba a llegar. *Qué gente llegaba mientras otra se iba. *Qué el Presidente llevaba hablando 20 minutos, y qué el zócalo, eso sí, esta vez con la bandera ondeando, no estaba lleno. *Qué las “cuotas” Estatales de acarreados no se cumplieron. *Qué a mi parecer no fue atinado el consejo, de quien haya sido, de realizar esta marcha. *Qué no se vio nada bien el clasismo de contar con zonas VIP. *Qué al final, no se mostró el músculo, y si se mostró una debilidad que si bien ya se percibía, el sábado pasado quedó expuesta y demostrada.
Podrá haber quiénes digan, qué habemos quiénes gozamos del fracaso y del retroceso que estamos viviendo, y aún quiénes piensen que habemos quienes queremos que los EEUU nos invadan. Están muy equivocados. Habemos quiénes pensamos distinto y a los que no nos gusta la fotografía actual del país, en la que el fracaso nos afecta a todos, y en la que el terrorismo que se ve por toda nuestra geografía, también nos afecta a todos. “Al pan, pan, y al vino, vino”.
Les abrazo.