Enfoque Informativo
Hasta hace no mucho el concepto de “Defensa planetaria” parecía sacado de una película de ciencia ficción y, sin embargo, aquí estamos asistiendo a los primeros intentos reales de hacer frente a posibles amenazas procedentes del espacio.
Aun así, es conveniente dejar claros dos puntos antes de comenzar. El primero es el más importante: no estamos preparados para los meteoritos. No poseemos un buen sistema de detección, apenas tendríamos tiempo de reacción y tampoco hemos desarrollado los medios tecnológicos para detenerlos una vez que los hayamos identificado. Detectar y desviar, dos tareas simples pero que, desafortunadamente, en la actualidad no somos capaces de acometer con eficacia… en este aspecto todavía no estamos preparados, para los asteroides aún somos dinosaurios.
El segundo punto es que, hasta ahora y más allá de bellos y coloridos powerpoints, no contábamos con proyectos en el mundo real que nos aclararan realmente si la tarea de defender nuestro planeta de una colisión cósmica resulta factible y exitosa. Hace unos meses repasábamos la sonda DART, una misión conjunta de NASA y ESA en la que pretenden colisionar una nave contra un asteroide. La propia NASA reconoce que las simulaciones hasta ahora han sido bastante caóticas, por lo que la esperada misión DART nos ayudará a tener una imagen de primera mano de los resultados de una colisión real en el espacio. Después de muchos retrasos acumulados, NASA asegura que la sonda DART alcanzará su objetivo el 26 de septiembre de este año 2022.
Parece inevitable incluir alguna mención a la película Don’t look up pero lo cierto es que esta tragicomedia refleja, preocupantemente bien, los ridículos esfuerzos que estamos realizando para afrontar algunos problemas globales, como el cambio climático o la propia defensa planetaria. Aunque esta precaria situación bien podría cambiar porque todos sabemos que cuando China entra en competición en cualquier sector, ese campo comienza a animarse rápidamente.
En octubre de 2021, China realizó su primera Conferencia de Defensa Planetaria en la que se analizaron diferentes posibilidades como la radioastronomía, sistemas de alerta temprana, exploración de objetos cercanos, monitoreo espacial y por supuesto, simulaciones de colisión, sondas de impacto, aplicación de láseres y otras posibilidades de desviación.
Apenas han tardado unos meses desde aquella cita inicial pero el gigante asiático ya parece estar listo para unirse a la carrera, anunciando que su asalto espacial llegará en unos pocos años. En declaraciones a la Televisión Central nacional (CCTV) el subdirector de la Administración Nacional del Espacio (CNSA), Wu Yanhua, anunció que China intentará alterar la órbita de un asteroide potencialmente peligroso con una prueba de impacto cinético en 2025, como parte de los planes chinos para un completo sistema de defensa plantearía.
Según Wu “la CNSA establecerá un sistema de alerta temprana y desarrollará software para simular operaciones contra objetos cercanos a la Tierra y probar y verificar procedimientos básicos. Finalmente, una misión realizará observaciones cercanas de un asteroide potencialmente peligroso seleccionado y luego impactará con el objetivo para alterar su órbita”.
Los planes concretos y la infraestructura de la misión aún no se ha hecho pública pero sí sus fechas de lanzamiento que han quedado programadas para “el final del periodo 14° del plan quinquenal de 2021-2025″.
La incorporación de China a los escasos planes de defensa planetaria que existen en la actualidad solo puede interpretarse de manera positiva. Por un lado, la acción de China podría empujar otros proyectos que ahora acumulan polvo por falta de ganas y presupuesto. Por otro lado, y bien pensado, si en algún momento llega el temido asteroide realmente nos dará igual de dónde provenga el plan que consiga salvarnos y desviar la amenaza.