La flor de cempasúchil es originaria de México y su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “20 pétalos”. Es considerada un símbolo de identidad nacional, pues durante la época prehispánica, culturas como la mexica la utilizaban para guiar a las almas hacia los altares con su intenso olor y característico color amarillo que representaba al Sol.
A nivel nacional, Puebla es el principal productor de cempasúchil, seguido por Hidalgo, Guerrero, San Luis y Tlaxcala. Y de acuerdo con el Instituto de Biología de la UNAM, esta flor no solo tiene usos domésticos, sino también dentro de la industria de alimentos, ya que es utilizada para dar color a los huevos y carne de pollo, pues gracias a sus pigmentos, ambos productos lucen más amarillos y son más atractivos para los consumidores. Además, tiene propiedades antimicrobianas que ayudan al desarrollo de repelentes e insecticidas para sembradíos alrededor del mundo.
Pero si bien esta flor es endémica de nuestro país, su semilla se ha exportado a diferentes naciones para ser explotada, pues de acuerdo a la Secretaría de Agricultura, la producción en México no es suficiente para el desarrollo de otros productos con ella.
Cempasúchil hecho en China
De acuerdo con un estudio de la UNAM, China es el principal productor de cempasúchil para uso industrial con seis mil hectáreas al año, es decir, tres cuartas partes del cultivo en el mundo; luego la India con el 20 por ciento y Perú con cinco. En México se siembran cerca de mil 500 hectáreas de esta flor, cifra que no alcanza para colocarse entre los principales generadores.
Una gran parte de estos cultivos se envían a fábricas de alimentos para animales y farmacéuticas; sin embargo, debido al déficit de producción de cempasúchil en México, también es traída al país para ser vendida durante las celebraciones del Día de Muertos.
México quiere responder
Ante la falta de sembradíos de esta icónica planta mexicana, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Secretaría de Agricultura han trabajado para asignar más recursos a familias, empresas y organizaciones que se dedican al cultivo de cempasúchil.
Con esto, no solo buscan que la producción de la flor sea suficiente para cubrir el abasto cada Día de Muertos, sino también fortalecer la oferta y demanda para su uso industrial y así generar más ganancias para las arcas públicas del país y crear mayores empleos y recursos para los campesinos mexicanos.