Enfoque Informativo

Más de un año después de haber sido encontrada culpable de torturar hasta la muerte al hijo de su esposo, Monique Osuna de 29 años, fue sentenciada a cadena perpetua.

Un juez de Idaho dictaminó que la mujer deberá permanecer en prisión el resto de su vida por su participación en la muerte de su hijastro, Emrik Osuna, de 9 años. Monique jamás tendrá derecho a libertad condicional, tras declararse culpable de asesinato en primer grado, reportó PEOPLE.

La madrastra y su esposo Erik Osuna, se declararon culpables de los cargos en un esfuerzo por evitar ser condenados a la pena de muerte. La mañana del jueves, Monique escuchó su sentencia luego del testimonio de policías y autoridades, que detallaron el atroz y cruel abuso que sufrió el pequeño a manos de la asesina, que fue grabado por las cámaras de vigilancia dentro del apartamento donde vivían.

Las imágenes mostraron que la madrastra obligaba al pequeño ejercitarse hasta las 3 de la mañana. En una ocasión, Emrik detiene su obligada rutina para preguntarle a Dios la razón de tanto abuso hacia él.

“[El niño] empieza a llorar…..”, declaró el detective Eric Stoffle sobre los vídeos mostrados en corte. “Mientras habla con Dios, se puede ver a Monique acercarse sigilosamente hasta llegar a donde se está escondiendo [el pequeño] detrás de un mostrador, lo escucha. Eso fue lo que más me afectó”.

En otro vídeo, según el detective, se observa a la madrastra pegándole con una sartén, gritándole en su cara y prohibiéndole la comida mientras sus hermanos se alimentan frente a él. Además, se burla del niño por tener hambre y lo ordena a comerse sus propias heces.

“Pero mamá, no me quiero morir de hambre”, le dice el pequeño Emrik.

Sin embargo, Monique no cambió su actitud, de acuerdo a las grabaciones.

La joven sollozó y limpió sus lágrimas mientras se mostraban los comprometedores vídeos en corte, de acuerdo a la televisora local KTVB. Además, se dirigió a los presentes para mostrar su arrepentimiento.

“El no merecía nada de eso”, expresó. “Merecía mucho más, y espero que, por el resto de mi vida, me arrepienta de mis acciones injustas”.

El fiscal del condado John Dinger, describió la vida de Emrik al lado de su madrastra como un verdadero “infierno”. Mientras que el juez Steven Hippler calificó las acciones de Monique como “sádicas, malvadas y despiadadas”.

El padre del menor aún no recibe su sentencia, pero continúa tras las rejas por no intervenir en las acciones de Monique hacia su hijo.

En septiembre del 2020, la policía de Meridian, respondió a una llamada de emergencia en el hogar del pequeño Emrik. Al llegar, lo encontraron sin respiración, cubierto en vómito, sin poder detectarle el latido del corazón. Desafortunadamente, no pudieron revivirlo y Emrik fue declarado muerto al llegar a un hospital local. Tras una investigación inicial, su padre y su madrastra resultaron ser los principales sospechosos de su muerte.

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