Enfoque Informativo
Uno de cada cuatro conductores usa el teléfono al volante y menos de la mitad va sin la sujeción obligatoria
Un informe de las concesionarias de las principales autopistas aseguran que en los dos últimos años se profundizaron ambas prácticas.
A pesar de las campañas, de los spots televisivos y radiales de alto impacto y hasta del rol educador en las escuelas que genera conciencia en los chicos de una familia, hay dos costumbres que ponen en peligro a los conductores argentinos y a terceros que no se consiguen revertir.
La primera es una incomprensible desaprensión a colocarse el cinturón de seguridad al subir a un automóvil, y la segunda, adquirida en estos tiempos contemporáneos, es la de utilizar el teléfono celular mientras se conduce. Nadie puede decir que no conoce las consecuencias de ambos comportamientos, sin embargo, no solamente no se ha mejorado la situación, sino que ha empeorado en el último tiempo.
En 2019, último año antes de la restricción a la circulación de 2020 a causa del Covid-19, los números de este mismo estudio decían que en los tramos de Autopistas del Sol, un 88% de los automovilistas usaban el cinturón, mientras que en el Acceso Oeste lo hacía un 64%. Luego de un año sin mediciones, en 2021, ese número subió al 89% en zona norte y avenida de circunvalación de la Ciudad de Buenos Aires, y a un 70% en el principal acceso y egreso de la zona oeste.
La disminución en el uso del cinturón de seguridad es casi del 50% en ambos casos, lo que verdaderamente debe causar mucha preocupación a todos, porque este elemento de seguridad impide que los pasajeros salgan despedidos ante un accidente, reduce ocho veces el impacto dentro del habitáculo minimizando las lesiones, pero además es fundamental para permitir un mejor control del vehículo al conductor y asegura la efectividad del airbag, ya que si no se lo tiene colocado, el cuerpo humano impactará contra la bolsa de aire cuando todavía se encuentra en expansión y no en el estado ideal que es el de contención, y esto puede causar lesiones, por ejemplo, en los ojos de las personas.
El otro gran flagelo de la seguridad vial moderna es el teléfono móvil. Según este estudio, el 25% de los conductores que circulan por el Acceso Norte y Avenida General Paz tienen el mal hábito de utilizar el celular frente al volante, en tanto que en el Acceso Oeste ese número asciende al 27% de los automovilistas.
Lo alarmante es conocer que en 2019, en Acceso Norte y General Paz se había detectado un 10%, mientras que en Acceso Oeste el índice era del 14%. Pero luego de un año sin mediciones a causa de la pandemia, el siguiente registro fue en 2021, y fue entonces cuando se apreció un preocupante incremento del uso del teléfono mientras se conduce, ya que las cifras mostraron que en el primer escenario subió al 25% y en el segundo al 19%.
El informe recuerda que el uso del celular al volante cuadruplica el riesgo de accidentes, tanto sea utilizándolo para hablar como para utilizar aplicaciones de mensajería instantánea. Tomando como parámetro la velocidad de 100 km/h, bastante habitual en estas autopistas, los responsables del Observatorio Vial indican que responder con “OK” o enviar un ícono o emoticón equivale a recorrer 120 metros a ciegas en cuatro segundos, mientras que responder “Estoy manejando, después hablamos” es igual a transitar 240 metros en la misma condición de no mirar el camino durante ocho segundos. También se hace hincapié en que hablar por teléfono con manos libres implica igualmente un riesgo, ya que la conducción requiere atención completa.
Debido a esto, se ha iniciado una nueva campaña anual de seguridad vial, bajo el nombre “Ponete en #ModoAuto, sin celular, con cinturón, con casco, sin alcohol”, intentando reforzar la concientización vial para conductores pero también para sus acompañantes, con el objetivo puesto en evitar accidentes y reducir la cantidad de vidas que anualmente se pierden en Argentina.
Para hacerlo, se han colocado más de 60 mensajes en ubicaciones estratégicas de las autopistas, tanto sea en puentes, pasarelas peatonales, marquesinas de estaciones de peaje troncales y espacios laterales de las trazas, que podrán llegar a los ocupantes del millón y medio de vehículos que circulan a diario por las autopistas de acceso a Buenos Aires de mayor volumen de tránsito.
Como lo dice el slogan de la campaña, además de fomentar la colocación del cinturón de seguridad y de desalentar el uso del teléfono celular al volante, también se busca generar conciencia respecto a la importancia de no consumir alcohol antes de conducir cualquier vehículo y del empleo obligatorio del casco reglamentario al circular en moto.