Enfoque Informativo
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En 1980 se encontró litio en Australia, pero no fue sino hasta años después, cuando se tomó conciencia del calentamiento global, que creció la extracción de litio en el país
Aproximadamente a tres horas al sur de Perth, en Australia Occidental, detrás de la histórica ciudad minera de Greenbushes, el terreno se derrumba para revelar una profunda cicatriz gris.
Este es el sitio de una antigua mina de estaño conocida como Cornwall Pit. Con aproximadamente 265 metros de profundidad, la pared escalonada del pozo representa un siglo de trabajo que comenzó en 1888, cuando se extrajo cerca de medio kilo de estaño de un arroyo cercano.
Cuando se acabó el metal en la superficie, los métodos cambiaron y eventualmente dieron paso a la minería a cielo abierto en la veta de pegmatita, una roca ígnea con una textura gruesa similar al granito.
En 1980, se encontró otro metal en Greenbushes que, en ese momento, no dio mucho que pensar a los propietarios de la mina. El litio, un metal alcalino reactivo de color blanco plateado suave, se consideraba más una rareza geológica.
En 1983 comenzó una operación de minería a pequeña escala, donde se extraía litio para operaciones industriales de nicho como la fabricación de vidrio, acero, fundición, cerámica, lubricantes y aleaciones metálicas.
No fue hasta décadas después, cuando se entendió ampliamente el riesgo existencial que representa el cambio climático -y los gobiernos comenzaron a hablar de reemplazar los aproximadamente mil 450 millones de automóviles de gasolina en todo el mundo con vehículos eléctricos-, que las reservas en Greenbushes comenzaron a verse bajo una luz muy diferente.
Hoy, el pozo de estaño de Cornwall está cerrado y Greenbushes se ha convertido en la mina de litio más grande del mundo.
En menos de dos años, los precios de la espodumena australiana, una materia prima rica en litio que se puede refinar para su uso en baterías de computadoras portátiles, teléfonos y vehículos eléctricos, se ha multiplicado por más de diez.
Según Benchmark Mineral Intelligence, la espodumena se vendió a US$4994 la tonelada en octubre de 2022, frente a US$415 en enero de 2021. Para 2040, la Agencia Internacional de Energía espera que la demanda de litio crezca más de 40 veces los niveles actuales si el mundo debe cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
Esto ha provocado una nueva fiebre del litio y Australia se ha posicionado como el proveedor de referencia del mundo.