Enfoque Informativo

“Yo ya me callo porque sé muchas cosas”, dice

Un posible pacto entre al menos tres municipios de la región Centro de Guerrero y el grupo delictivo de “Los Tlacos”, sugirió que existe el aún obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.

El prelado católico manifestó que tiene una fotografía de las presidentas municipales de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, y de Eduardo Neri, Sara Salinas Bravo, reuniéndose con el presidente municipal de Heliodoro Castillo, Serafín Hernández Landa, a quien identifica como brazo derecho del grupo delictivo de Los Tlacos.

Salvador Rangel explicó que ese grupo delictivo, arribó durante el mandato estatal priista de la pasada administración, y desde entonces se han apoderado de zonas y controlado distintos temas, tales como la distribución de cerveza, precios de la carne y otros.

De esas acciones, las autoridades locales tienen conocimiento sin embargo “hay ciertos compromisos (…) En Tlacotepec apareció la presidenta de Chilpancingo, la presidenta de Zumpango y el presidente de allá, que sabemos qué es un brazo derecho de los narcotraficantes de aquel lado, entonces ¿hasta dónde llega esta relación?”.

“Yo lo digo abiertamente aunque ellos se molestan, pero creo que hacen muchas cosas (el grupo de “Los Tlacos”), y las autoridades voltean para otro lado por compromisos que tienen y simplemente mejor yo ya me callo porque yo sé muchas cosas de estas”.

No soy vocero de “Los Ardillos”, dice el obispo Salvador Rangel

El recién nombrado Administrador Apostólico, Salvador Rangel Mendoza negó ser vocero del grupo delictivo denominado “Los Ardillos”, que opera en las regiones Centro y Montaña Baja de Guerrero.

Entrevistado tras la misa dominical en la catedral de Chilapa, el aún obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, respondió al señalamiento que en días pasados realizó el activista José Díaz Navarro, líder del colectivos Los Otros Desaparecidos, quien acusó al líder religioso de servir como vocero del grupo criminal.

En días pasados, en Chilapa fueron encontradas las cabezas cercenadas de seis hombres en el principal bulevar de la cabecera municipal. Sobre estos hechos el activista José Díaz afirmó que los culpables son los integrantes del grupo delictivo que el obispo protege.

Ante esto, Salvador Rangel negó ser vocero y afirmó que él “simplemente he retado al gobierno a que se asomen que donde están esos señores, no hay secuestros no hay asesinatos y quieren que Chilapa sobre un territorio así”.

“Estas personas (grupo delictivo), me han dicho algo que nunca escuché de los políticos: quieren reconstruir Guerrero, quieren reconstruir Chilapa, ellos están dispuestos a ayudar, a cooperar”.

En otros temas, afirmó que el estado de Guerrero necesita disciplina y orden, esto antes hechos como retención y apoderamiento de autobuses por parte de movimiento sociales como Ayotzinapa y la CETEG.

“Los dejan hacer muchas cosas, mientras las autoridades les permitan que se siguen manifestando Guerrero va a estar convulsionado y posiblemente habrá otros hechos (de protestas)”.

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