Por Juan José Romero
Comienzan a escasear los alimentos para la población de ese lugar.
La comunidad de Río Verde, la más lejana del municipio de Chilpancingo, en su colindancia con el municipio de Acapulco, hoy con su único camino destrozado, se encuentra totalmente incomunicada desde hace ya más de ocho días que azotó el huracán “John”, con la agravante de que es el mismo tiempo que no cuentan con energía eléctrica y, por la incomunicación terrestre que sufren, sus más de 500 habitantes ya comenzaron a padecer desabasto de alimentos.
Aunado a esto, la deficiencia del servicio telefónico, la comunicación con el comisario municipal de Río Verde, Marco Jaimes, fue complicada, por lo que tuvo que ser a través de mensajes de audio, en los cuales comentó que el fenómeno hidrometeorológico también dejó 15 viviendas afectadas por el deslave de un cerro, aunque “gracias a Dios sólo son pérdidas materiales y lo más importante es que no se perdió ninguna vida”.
Dijo que la “triste realidad” que vive esta comunidad a la cual se llega por un camino de terracería que inicia en la localidad de Xaltianguis, municipio de Acapulco, es que el huracán “John” destrozó su acceso, “que es la única entrada y salida hacia Xaltianguis, que es donde la gente de aquí de Río Verde se va a surtir de víveres para la semana”.
Los habitantes señalan que no hay forma de salir de la comunidad porque el camino de terracería está destruido, además de múltiples deslaves en varios tramos, sobre todo en donde cruza el río; desde el pasado fin de semana comenzó el desabasto de alimentos en la comunidad, dijo.
El comisario municipal agregó que, otro problema es que, cuando menos hasta el lunes de esta semana, a la comunidad de Río Verde no había llegado ningún apoyo por parte del gobierno, en sus tres niveles “y ni siquiera han venido a ver cuándo menos cómo quedó nuestro camino… estamos olvidados de parte del municipio y del gobierno del estado”, reprochó.