Por José Ureña
Todo fue como aquí se narró.
Sí hubo desvanecimiento del presidente en la reunión del domingo en la mañana en Mérida, con acceso limitado, cuando se disponía a desayunar.
Lo dijimos con amplitud de datos el martes y fue necesaria su propia reaparición, en un video muy ensayado, para tener la confirmación.
Y tal como lo narró El Diario de Yucatán y abundó esta columna con información de testigos, fue evaluado a continuación y ahí se decidió su traslado a México.
Esta versión no coincidía con la oficial, pues siempre se negó la caída desde su silla cuando se disponía a desayunar antojitos yucatecos.
Como el dato lo merece, démosle la palabra:
Era una “reunión con ingenieros militares evaluando el Tren Maya y con otros servidores públicos (Fonatur), como que me quedé dormido. Fue una especie de váguido (quizá vahído), hablando coloquialmente, y llegaron de inmediato los médicos y me atendieron”.
“No perdí el conocimiento. Sí tuvo esa situación de desmayo transitorio y por la baja de presión querían llevarme en camilla y en una ambulancia al hospital.
Le pidieron instrucciones al general secretario”.
AQUÍ ME VAN A ATENDER
En un cuarto anexo, narramos, fue revisado.
De eso no había datos.
El los dio:
El general secretario Luis Cresencio Sandoval ordenó atender todas las recomendaciones de los especialistas y eso significaba la hospitalización,
Pero López Obrador se opuso:
-Yo no acepté. Los charoleé. Les dije:
“Él es el secretario general, pero yo soy el comandante supremo. No me van a llevar a ningún lado, aquí en este sillón me van a atender”.
Y como en el mandato cotidiano, nadie lo contradijo y por lo tanto fue su propio médico con doctores y enfermeros militares a su servicio:
“Me tomaron la presión, no perdí el conocimiento. Sí tuvo esa situación de desmayo transitorio y por la baja de presión querían llevarme en camilla…
“Me tomaron la presión, me pusieron un litro de suero, me levantaron la presión y afortunadamente no pasó a mayores. No hubo mayor afectación al corazón, en el cerebro ni nada”.
También confirmó su viaje en ambulancia aérea a la Ciudad de México, donde guarda reposo.
LA REUNIÓN DE GABINETE
1.- Debe sentirse bien porque, además de su reaparición, ya piensa en normalizar sus actividades.
Este jueves sabremos si asiste a su tradicional mensaje mañanero, pero mañana puede ser definitivo porque pretende retomar las labores de gobierno en las cuales su amigo, confidente y colaborador Adán Augusto López ha sido eficiente
Le puedo dar más datos:
El primero: no saldrá de gira por recomendación médica y porque necesita atender muchos asuntos de los cuales se alejó del domingo a la fecha, él que todo lo absorbe.
Es decir, como dijo el secretario de Gobernación, no irá a Nuevo León viernes por la tarde y sábado como había prometido a Samuel García.
El segundo: ha iniciado la convocatoria a miembros del gabinete para una reunión el viernes por la tarde para pasar revista a las condiciones de la república.
La próxima semana será normal, en espera de si tiene permiso médico para volver a sus viajes por distintas regiones del país.