Recientemente se hizo un estudio de secuencias genéticas, donde se demostró que la mayoría de las personas compartimos rasgos físicos con otra persona -independientemente de nuestra familia-.
Esta investigación, liderada porManel Esteller, médico español y director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, analizó el fenómeno del doble o también conocido como el fenómeno del doppelgänger.
¿Cómo se realizó el estudio?
Lo que se hizo fue reunir a personas con un parecido físico bastante notable para estudiar su ADN, su perfil epigenético y su composición de microbios.
Además, se tomaron en cuenta su estatura, peso y se estudiaron aspectos de su comportamiento; a través de un cuestionario se les preguntó si consumían tabaco u otro aspecto que revelara similitud en la personalidad.
“La semejanza de estas parejas de dobles no solo se ceñía a las características faciales sino que, además de afectar a otras como la altura y el peso, también se extendía a ciertos rasgos del carácter y comportamiento”.